Ampliación fulgurante y por sorpresa
Reed Elsevier se tomó muy en serio lo de ser cauta. Al menos, eso es lo que piensan los accionistas del grupo editorial anglo-holandés. Las acciones cayeron un 12% el jueves, un día de subida de la Bolsa. La razón principal es una ampliación inesperada de capital, que aumenta un 10% su número de acciones en una colocación rápida de acciones por el método cash box.
A lo mejor los inversores esperaban que Ian Smith, el nuevo director gerente de la empresa, trajera buenas nuevas. Pero lo único que podía decir es que la recesión está golpeando incluso a empresas tradicionalmente estables, que la empresa ya no publicará expectativas de rendimientos, y que el balance general -con una deuda neta de 5.100 millones de libras sobre una capitalización bursátil de 3.200 millones- estaba demasiado sobrepasado.
Esa situación se debe en gran medida a la compra en diciembre de 2008 de Choicepoint, la empresa de agregación de datos, por 2.300 millones de libras. La idea era vender Reed Business Information, la editorial de revistas sectoriales, para reducir la deuda casi en un tercio, pero no hay compradores que se acerquen al precio solicitado. Ahora la ha retirado del mercado.
Reed no corría el peligro de incumplir sus contratos. Este año ha emitido con éxito 2.000 millones de libras de deuda a plazo y ha logrado que le amplíen los planes de crédito renovable hasta 2010. Pero enfrentada a la opción de perder su calificación crediticia BBB+ o vender nuevas acciones a menos de un tercio del precio de hace seis meses, Smith prefirió conservar la calificación.
La técnica de colocación cash box convirtió la transacción en una experiencia ingratamente insólita. Las empresas pueden emitir un 5% de acciones nuevas sin el visto bueno de los accionistas o un 10% para pagar una adquisición. Reed apuró al máximo las directrices de la Asociación de Aseguradores Británicos, que exigen que la adquisición no se haya producido hace más de seis meses.
Ciertamente, Reed logra su nuevo capital en un día y sin intentar hacer una emisión de acciones nuevas en dos países, lo que podría haberle llevado meses. Y además, los holandeses no están acostumbrados a las emisiones de acciones nuevas con derechos preferentes. Pero la técnica cash box es retorcida, y supone la participación de una entidad instrumental y una rápida redención de las acciones preferentes. Se puede excusar a los inversores por preguntarse por qué una empresa sólida estaba tan ansiosa por obtener efectivo.
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