"El BNG no se puede dirigir sólo al 5% de la población"
Decoró su despacho de la nueva sede, en A Coruña, del Instituto Galego de Estudos Europeos e Autónomicos (IGEA) con una foto suya al timón de un pesquero y, en la pared de enfrente, un gran cuadro en el que aparece una corona de espinas ataviada de una pajarita. "La elegancia en tiempos difíciles", comenta, con una leve sonrisa, Anxo Quintana (Allariz, 1959). Y advierte: "Nunca pensé en retirarme de la política". Sólo cambió de despacho y cometidos. "Puedo servir a Galicia desde otro ámbito, ahora como diputado, miembro de la Mesa del Parlamento y presidente del IGEA", un instituto moribundo que promete reactivar como "laboratorio de ideas y del galleguismo en el que beban todos los partidos políticos".
"Mi reto y mi obsesión es ser un ex que no dé problemas al Bloque"
"El instituto trabaja en clave gallega, en la directiva hay distintas ideologías"
Pregunta. ¿Sigue sin voluntad de volver a la primera línea?
Respuesta. No está en mis previsiones, ni en mi realidad vital. El BNG tiene hoy otros referentes de primera línea, hay que dejarlos trabajar. Cuentan con mi apoyo. No estoy apartado, sino en funciones diferentes.
P. ¿Está en la dirección a través de Máis BNG, el denominado sector quintanista?
R. Me siento próximo a lo que defiende Máis BNG y estoy en la dirección al estar en el Consello Nacional, aunque no en la Executiva. En cualquier caso me marqué a mí mismo un reto en el BNG y es intentar ser un ex que no da problemas, para mí es incluso una obsesión. Procuraré defender lo que pienso lealmente y ayudar a la dirección del BNG en aquello que me pida.
P. ¿Hay más tregua que paz interna en el Bloque?
R. Veo al BNG muy pacificado, bastante más que el que tuve que recoger hace seis años. Entonces había más convulsión.
P. El llamamiento a la unidad el 25 de julio no se correspondió con la imagen de Beiras y usted relegados, fuera de la tribuna.
R. Soy un militante disciplinado y hago lo que se me ordena. Me adjudicaron un puesto en la manifestación, tras la pancarta, y en la Praza da Quintana, con el resto de la militancia. Decidió la dirección y me parece bien.
P. ¿Qué le pareció la celebración del Día da Patria?
R. Fue la demostración de que en Galicia existe una base social nacionalista muy por encima de lo que es hoy nuestra representación institucional. Tendremos que trabajar para que esa base social apoye electoralmente al BNG. Otra demostración evidente es que existe un malestar social que va más allá del ámbito nacionalista por las políticas del PP de Feijóo, que no dan ninguna solución a la crisis y maltratan a nuestro idioma. Fueron los lemas de la manifestación y el BNG acertó.
P. El nacionalismo lleva años de pérdida continuada de votos.
R. Niego esa afirmación que se hace con demasiada contundencia y frecuencia.
P. Pero los datos están ahí...
R. Efectivamente, y demuestran lo contrario. En tres años hubo tres elecciones y tuvimos, estando en la Xunta, unos resultados satisfactorios en dos de ellas. En las generales, el BNG subió en votos y mantuvo su representación. Y en las municipales, el BNG subió y fue capaz de tener más alcaldías que nunca. No quiero poner parches a una situación electoral mala, la de las autonómicas. Pero con la llegada del BNG a la Xunta tuvimos un repunte electoral que se quebró en las autonómicas por motivos de sobra analizados. Nuestra estancia en el Gobierno no sirvió para resolver algunos problemas electorales y estructurales del nacionalismo pero nos acercó a más sectores sociales.
P. La bolsa de votos del BNG es inferior al 25% de los gallegos que se declaran nacionalistas.
R. El reto del BNG es intentar sintonizar con ese ámbito social gallego que se declara nacionalista. Para eso es necesario que el BNG haga un discurso que se dirija también a ese 65% de la población que se considera tan gallega como española. Y creo que es difícil sintonizar con ese 25% que se declara nacionalista con un discurso dirigido sólo al 5% que se considera únicamente gallego y para nada español. Es lo que intentamos evitar en los últimos cuatro años y creo que en ello se debería perseverar.
P. ¿Es lo que intenta desde el IGEA, con una directiva que incluye a dirigentes de PP y PSOE?
R. Sí, funcionará en clave gallega y espero que su trabajo sirva a todas las fuerzas políticas. Está abierto a todos. Que haya distintas ideologías en la directiva responde al reto de demostrar que es posible un espacio de cooperación galleguista.
P. ¿Sigue convencido, tras el fracaso del bipartito, de que la alternativa es cosa de dos?
R. La alternativa es el Bloque. Pero ni BNG ni PSOE están en condiciones de gobernar solos. No haré nada como nacionalista para que el PSOE tenga un voto más y sí todo para que el BNG tenga todos los posibles. Pero creo necesario un acuerdo con el PSOE para gobernar las instituciones. Para ser creíbles, hay estrategias que debemos compartir nacionalistas y socialistas, porque si la alternativa tiene que ser a dos, no vale con que lo seamos únicamente una vez pasadas las elecciones para hacer un proyecto de gobierno conjunto.
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