Mary Carrillo, la más completa señora de las tablas
Edward Albee quiso que la Metro la contratara
La actriz Mary Carrillo (Toledo, 14 de octubre de 1919) falleció ayer en Madrid a los 89 años de edad. Carrillo, considerada una de las grandes actrices de la escena española del siglo XX, era fundamentalmente una mujer de teatro, aunque el gran público la recuerda por películas como El pisito, de Marco Ferrari, El crimen de Cuenca, de Pilar Miró, La colmena, de Mario Camus, Entre tinieblas, de Pedro Almodóvar, o Los santos inocentes (1984), también de Camus. Era además madre de las populares humoristas Paloma, Teresa y Fernanda Hurtado, conocidas como Las hermanas Hurtado. Tuvo otra hija, Alicia, ya fallecida.
Compañera de generación de Julia Gutiérrez Caba o Amparo Rivelles y fetiche del director teatral José Tamayo, con la muerte de Carrillo desparece gran parte de la memoria teatral y cinematográfica del pasado siglo. Una anécdota revela su tremenda calidad sobre las tablas. Edward Albee, autor de Quién teme a Virginia Wolf, vino a España al estreno de su obra, protagonizada por Carrillo y dirigida por Enrique Diosdado. Albee se quedó tan prendado por la actuación de la actriz que trató de convencer a la Metro para que la contratara para la versión cinematográfica. Al final, el papel de Martha se lo quedó Elizabeth Taylor, que tenía dos ventajas: era más mediática y sabía inglés.
Pero "ella era una actriz de teatro y quería ser recordada como tal", confesó ayer en conversación telefónica su hija Teresa, que vivía con ella y que la acompañó junto a su hermana gemela Fernanda hasta el último momento. "Mi madre dijo adiós al mundo del teatro cuando se retiró en el año 1995", añadió una Teresa muy afectada. Su última aparición en las tablas fue en Última visita, de José Luis Alonso de Santos.
"Es imposible destacar uno de sus papeles, cada uno de ellos era como su hijo", evoca su hija. Teresa recuerda con dolor los últimos años de su madre. "Desde que murió mi padre -Diego Hurtado, también actor- estaba muy mal. Fernanda y yo -la otra hija, Paloma, vive en Estados Unidos- estábamos con ella y, aunque no recordaba apenas nada, sabíamos que sentía el cariño que la rodeaba".
Boda en México
Aunque comenzó a actuar con apenas diez años, Carrillo, cuyo nombre completo es María Carrillo Moreno, debutó en 1936 en la compañía de Hortensia Gelabert, con un papel en El juramento de la primorosa, de Pilar Millán Astray, y después trabajó en la de Pepita Díaz. Al inicio de la Guerra Civil se trasladó a México, donde se casó con Diego Hurtado. De regreso a España retoma su carrera teatral y hace su primera incursión en el cine con uno de los grandes títulos de la posguerra, Marianela (1940), de Benito Perojo, basada en la novela del mismo título de Benito Pérez Galdós.
En teatro se incorpora, primero a la compañía de María Bassó y Nicolás Navarro y, en 1940, a la del María Guerrero, para acabar fundando su propia compañía en 1948. En 1958 vuelve al cine, con El pisito, junto a José Luis López Vázquez. En 1980, formó parte del grupo de 30 actores que participaron en la serie de Televisión Española Fortunata y Jacinta, dirigida por Mario Camus.
En 1982 triunfó en el Teatro Lara de Madrid con La enemiga, de Dario Niccodemi, una obra clásica en el repertorio de grandes actrices. Carrillo recibió, entre otros, el Premio Nacional de Teatro en dos ocasiones (1949 y 1961), la medalla del Círculo de Bellas Artes (en 1948 y en 1982), el premio Ondas en 1969 como mejor actriz de televisión, el premio Goya en 1995 como mejor actriz de reparto por Más allá del jardín y el premio de la Unión de Actores en 1995 por su trayectoria profesional. En 1991, su ciudad natal le dedicó una calle. La actriz escribió sus memorias cumplidos los 81 años y las tituló Sobre la vida y el escenario.
Sus restos están en el tanatorio de La Paz de Alcobendas y hoy será incinerada.
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