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Reportaje:

¡Que vienen los bosquimanos!

Una compañía uruguaya de títeres reinventa el Teatro Negro para todos los públicos

Javier Vallejo

Cuando Martín López, director de Bosquimanos Koryak, montó su primer espectáculo, ni había oído hablar del Teatro Negro de Praga. Juntó a un grupo de amigos de infancia tímidos, interesados en el fútbol más que en el teatro, e intentó que actuaran. "Enseguida vimos que era mejor usar muñecos", dice. Como su debut fue en una discoteca, aprovecharon la luz negra de la pista para iluminar sus títeres y mantenerse invisibles. "Reinventamos una técnica teatral centroeuropea añeja, sin saberlo". Al poco, el público discotequero empezó a llevar a sus hijos a verlos. "Hoy, lo mismo hacemos matinales para niños que salimos de teloneros de La Vela Puerca

[grupo uruguayo de ska], en el Luna Park de Buenos Aires, ante 9.000 personas".

'El truco de Olej' cuenta la historia de un barrendero que quiere ser mago

Bosquimanos Koryak debutan ahora en Madrid con El truco de Olej, espectáculo sobre un barrendero que quiere ser mago y un jefe de pista que pretende impedírselo. "Eso genera situaciones cómicas y sirve de excusa para interpretar números circenses con marionetas de gran tamaño y para crear un clima intenso y emocionante. Lo hemos representado tanto en garitos de moda a las cuatro de la mañana como en un macroescenario playero ante una multitud, y siempre funciona. Es ideal para iniciar a los niños en el teatro en familia: la alternativa perfecta a la PlayStation".

Martín López (Durazno, Uruguay, 1972) comenzó de modo autodidacta en 1993, en Canelones, "un pueblo sin tradición de títeres, donde el arte estaba mal visto, al norte de Montevideo".

Tras fajarse durante ocho años con el público de bares y discotecas, decidió que era el momento de fundar su grupo. "Elegimos su nombre por eufonía, y porque nos sentimos identificados con los bosquimanos, tribu apaleada que mantiene su cultura y su lengua y vive entre pastizales, como nosotros, y con los Koryak, tribu siberiana matriarcal, muy perseguida también".

Los Bosquimanos Koryak cuentan historias sencillas, "que estimulan la curiosidad y las emociones, sin apenas palabras, para mostrar a los niños que hay otra manera de decir las cosas". Sus seis intérpretes llevan más de ocho años juntos. "Alguno empezó conmigo en 1993. Por eso nuestra técnica es tan orgánica", dice su director. "Hay varios manipuladores ocupándose de cada muñeco, muy pegados a él, como en el teatro bunraku japonés".

Con sus gafas de pasta alargadas y su mosca en la barbilla, Martín López parece un autor del Siglo de Oro con galas actuales. El fin de semana pasado, los Bosquimanos estaban representando El truco de Olej en Santiago de Chile. Para cuando acaben sus funciones en el Teatro Bellas Artes, les esperan en Hong Kong, Gijón, Logroño y El Cairo.

El truco de Olej. Teatro Bellas Artes. Hasta el 23 de agosto. www.bosquimanoskoryak.com.

Manipuladores y muñecos del teatro negro de Bosquimanos Koryak.
Manipuladores y muñecos del teatro negro de Bosquimanos Koryak.

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Sobre la firma

Javier Vallejo
Crítico teatral de EL PAÍS. Escribió sobre artes escénicas en Tentaciones y EP3. Antes fue redactor de 'El Independiente' y 'El Público', donde ejerció la crítica teatral. Es licenciado en Psicología, en Interpretación por la RESAD y premio Paco Rabal de Periodismo Cultural. Ha comisariado para La Casa Encendida el ciclo ‘Mujeres a Pie de Guerra’.

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