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La joven que degolló a otra tenía obsesión por el novio de la víctima

Policías locales de Sueca evitaron que la agresora fuera linchada ante la discoteca

Nora Talens fue enterrada ayer en Castelló de la Ribera. Tenía 24 años. Perdió la vida en la madrugada del domingo. La supuesta obsesión por su novio de Julia Ribes, de 19 años y no 30 como se informó ayer, provocó una discusión entre ambas que acabó en tragedia. A la salida de la discoteca Barraca, en la playa de Les Palmeres, en Sueca, le clavó una navaja en el cuello, que le seccionó la carótida y le causó la muerte. También resultó herido el novio de la víctima, que la acompañaba.

Julia Ribes, a la que la Policía Local salvó de ser linchada por los amigos de la fallecida momentos después del crimen, declaró ayer ante la titular del Juzgado de Instrucción número uno de Sueca, que la envió a prisión. Negó cualquier relación sentimental con Álex, la pareja de la víctima, y ofreció escasos detalles. Atribuyó lo ocurrido a un arrebato y dijo no recordar el momento en que se acercó a su coche a recoger la navaja con la que mató a Nora, vecina de su mismo pueblo. Ayer declararon seis testigos. La Guardia Civil mantiene, como hipótesis principal, que lo que pasó obedece a la obsesión de la agresora por el novio de la víctima, aunque no descarta otras motivaciones.

La pareja de la víctima recibió varias heridas en el brazo
Nadie imaginó que las riñas entre ambas terminaran en tragedia

Nora y Álex estuvieron de boda el sábado por la tarde. Cuando acabó el festejo, acudieron a casa, se cambiaron de ropa y se fueron a Barraca, una discoteca muy conocida de lo que en otro tiempo se conoció como la ruta del bakalao. Allí se encontraron con otros invitados al enlace y también con Julia, que había acudido con una amiga. En Castelló de la Ribera, muchos sabían que entre las dos chicas había un problema, pues las habían visto reñir.Dos horas duró el pésame de los vecinos de Castelló de la Ribera a la familia de Nora Talens. A las puertas de la casa en la que vivía la joven, la familia recibió el apoyo de amigos y conocidos, en un funeral multitudinario. El Ayuntamiento decretó dos días de luto. El adiós a Nora coincidió con el ingreso en prisión de la joven que la mató. Julia Ribes entró en la cárcel tras decretar la juez de Instrucción uno de Sueca su ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza. A las cuatro de la madrugada del sábado, las dos jóvenes se enzarzaron en el interior de la discoteca Barraca. El enfrentamiento incluyó algún empujón y algunas amenazas, según testigos. Empleados de seguridad del local intervinieron. Pasaron más de dos horas y las chicas volvieron a tener un encontronazo. Julia salió fuera, fue a su coche, cogió una navaja y esperó a que la pareja abandonara la discoteca. Cuando se dirigían hacia el aparcamiento, Julia llegó, la cogió del pelo, le hizo un corte en la cara y después en el cuello. Su novio, Álex, trató de ayudarla y recibió al menos dos navajazos en un brazo, uno de ellos de diez centímetros. Ayer fue intervenido en el hospital donde permanece ingresado. Nora cayó muerta a pocos metros. Quiso volver hacia la discoteca y apenas pudo dar tres pasos. La Policía Local de Sueca llegó instantes después, en una visita rutinaria para comprobar que la discoteca cerraba a su hora, las 7.30, según los horarios autorizados por la Consejería de Gobernación. Y se encontró con un crimen. La patrulla detuvo a la homicida y la puso a salvo a pocos metros, en el aparcamiento de una discoteca próxima, de un airado grupo de personas que quería agredirle. El coche en el que la agresora se desplazó hasta la discoteca Barraca fue destrozado por algunos de los clientes del local tras conocer lo ocurrido.

Ayer, el equipo de Homicidios de la Guardia Civil de Valencia trataba de recabar más información y todas las pruebas que conduzcan al esclarecimiento del crimen. La causa será instruida por la Ley del Jurado.

Nora fue enterrada en el cementerio municipal junto a su hermano pequeño y su madre. La joven fue criada, al igual que otro hermano menor, por su abuela materna. Estaba sin empleo desde hacía unos meses, después de trabajar en un centro comercial, y ayer todos recordaban la última vez que la vieron.

Ni Julia ni Nora tenían antecedentes. Julia, que ayer fue asistida por un letrado que ya anunció que no será el que se hará cargo del caso, es, según comentaban ayer vecinos de Castelló de la Ribera, una chica conflictiva. Su paso por el Bachillerato está, según compañeros de clase, lleno de días de ausencia a clase y cuenta con algún altercado con otros estudiantes. Decían ayer de ella que era "rápida, espabilada, revoltosa y atrevida". Pero nadie podía imaginar que fuera capaz de matar a alguien.

La detenida, ayer, a la llegada a los juzgados de Sueca.
La detenida, ayer, a la llegada a los juzgados de Sueca.EFE / BIEL ALIÑO

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