El metro de Granada obliga a crear un túnel para los coches

El alcalde de Granada, José Torres Hurtado (PP), dijo ayer sentirse "muy satisfecho". Y no es para menos. El cambio en la Consejería de Obras Públicas, que ahora dirige Rosa Aguilar, ha supuesto que se atiendan parcialmente sus demandas. Durante meses sostuvo que no podían "convivir" el metro en superficie con el transporte público y privado en el barrio del Zaidín. Él pedía soterrar el metro y se topaba con la negativa de la Junta. La solución final: el metro irá en superficie, pero el tráfico privado de vehículos será soterrado, bajo un túnel de 530 metros.

"Es la mejor solución, con la que gana Granada", aseguró en rueda de prensa conjunta Rosa Aguilar. En la reunión que mantuvo a principio de mes con el alcalde decidieron visitar la zona, analizar las propuestas y alcanzar una solución desde el "consenso". Fue el inicio de este cambio de postura por parte de la Junta, puesto que el anterior consejero, Luis García Garrido, no estaba dispuesto a la modificación que quería el alcalde de la capital.

La solución acordada desde el "diálogo" y el "consenso" no afecta al trazado del metro, que tiene ya todos los tramos en ejecución, sino a la integración a su paso por el barrio del Zaidín. "No se van a alargar los plazos" con esta medida, aclaró la consejera. Y ése era el principal temor.

Esta alternativa de construir un paso inferior para tráfico de vehículos privados desde la plaza de Fontiveros a la glorieta de Carlos V, bajo la intersección de la Avenida de América con la calle Andrés Segovia, que soporta un elevado volumen de tráfico, supondrá un "esfuerzo económico" de 40 millones de euros, que aportarán en los porcentajes ya establecidos: 83% Junta y 17% Ayuntamiento.

También se van a potenciar aparcamientos disuasorios en el entorno de la parada de la línea 1 del metropolitano de Granada en Los Cármenes y un intercambiador de autobuses interurbanos y urbanos. Se espera que la primera línea, que une la zona norte del área metropolitana con el sur, desde Albolote a Armilla, empiece a funcionar a finales de 2011.

La inversión prevista era de 420 millones de euros, a los que hay que sumar ahora 40 más, pero no más tiempo, según Aguilar. "Es una inversión importantísima, pero merece la pena el esfuerzo", concluyó.