El general golpista gana las elecciones en Mauritania
Cuatro candidatos derrotados tachan los resultados de "prefabricados"
Ganó el poder hace un año a punta de bayoneta y ahora lo conserva gracias a las papeletas. Los resultados parciales de las elecciones presidenciales del sábado en Mauritania otorgan una holgada victoria al general Mohamed Ould Abdelaziz, que el 6 de agosto dio un golpe de Estado y acabó con 17 meses de democracia.
El éxito del militar golpista había sido vaticinado por la prensa local y algunos observadores extranjeros que, en un país en el que no existen los sondeos, señalaron que sus mítines eran los más concurridos. Pero el 52,3% obtenido por Abdelaziz, con un 80% de los sufragios escrutados, no había sido previsto.
La mayoría absoluta que, según la comisión electoral, logra el antiguo jefe de la guardia presidencial, le evitará tener que concurrir a una segunda vuelta el 1 de agosto. Abdelaziz obtiene muchos más votos que sus principales adversarios, Messaoud Ould Boulkheir, presidente de la Asamblea Nacional (16,7%); el eterno opositor Ahmed Ould Daddah (13,8%) y su primo, el coronel Ely Ould Mohamed Vall (3,7%), el militar que fomentó la transición democrática que concluyó en abril de 2007. El islamista moderado Jemil Ould Mansour obtiene el 4,5%.
Boulkheir leyó ayer por la mañana un comunicado conjunto, suscrito también por Daddah, Vall y otro candidato derrotado, Hamadi Ould Meimou, en el que los cuatro aseguran que las presidenciales han sido "una mascarada electoral que pretende legitimar el golpe de Estado" del 6 de agosto de 2008. Abdelaziz derrocó entonces al presidente Sidi Ould Cheikh Abdallahi, elegido democráticamente.
Los resultados "han sido prefabricados", sostienen, y piden al Consejo Constitucional mauritano que no los avale y a la comunidad internacional que investigue las numerosas irregularidades. Aunque apoyaron la reinstauración de la democracia, la Unión Europea y la ONU no enviaron observadores a las elecciones.
Sí lo hizo la Unión Africana, pero su número es demasiado escaso para que pudiesen ser eficaces. Estados Unidos fue la potencia que más se involucró en el restablecimiento de la democracia.
Los candidatos derrotados instan, por último, al "pueblo mauritano a movilizarse para hacer fracasar el golpe de Estado electoral". Proclamas como ésta hacen prever que Mauritania, uno de los países más pobres de África, seguirá atravesando una etapa de turbulencias que empezó con el golpe de hace un año.
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