"Lo más fácil sería dejar la política"
Teresa Táboas (México DF, 1961) espera que este 25 de Julio se convierta en el "punto de inflexión" para un Bloque en caída libre electoral. En ese partido, y desde la corriente transformada en partido +BNG, desempeña labores de coordinación de la Executiva Nacional. Antes llevó a la práctica las políticas nacionalistas de vivienda como conselleira del bipartito. Le gusta citar una parábola del escritor uruguayo Eduardo Galeano: "La utopía es aquello que te hace caminar".
Pregunta. Pocos apostaban por que Táboas continuase en política fuera del Gobierno.
Respuesta. Como conselleira tomé conciencia de que el camino para transformar la sociedad, y que sea más justa, más igualitaria, se encuentra en las instituciones de una sociedad democrática. Ése es el lugar para plantear transformaciones.
"Es normal que haya empresarios militantes del BNG. También del PP"
"En este partido puedes ir a una asamblea y decir 'no estoy de acuerdo"
"Feijóo se abstuvo en financiación porque Madrid y Valencia arreglaron"
P. Su decisión resulta singular en época de políticos profesionales.
R. Ese compromiso no sólo consiste en estar en un Gobierno, sino también en la oposición, trabajar desde abajo y en la propia organización. Lo más cómodo sería volver a la arquitectura, pero este momento, para mí, resulta más ilusionante que la experiencia de gobierno.
P. ¿Qué pretende aportar +BNG al frente nacionalista?
R. Acercar otra manera de interpretar la sociedad. Se trata de un proyecto muy ilusionante, que quiere abrirse a las mayorías sociales. Todo dentro de la pluralidad de la organización, una de las cosas que más valoro del BNG.
P. El propio +BNG reúne desde socioliberales (PNG) hasta ex comunistas (Inzar).
R. El punto de unión es acercar el mensaje del nacionalismo a todo el mundo. Es un error decir que Galicia no es nacionalista. La última encuesta del CIS asegura que una cuarta parte de los gallegos se siente ante todo gallega. Hay que salvar el desfase entre esa gente y el voto al BNG. Y dar alternativas que la sociedad comparta a este sistema económico depredador.
P. Los partidos olvidan pensar y formular alternativas.
R. Es un error. El BNG en el Gobierno realizó políticas transformadoras que dieron en donde duele a ciertos poderes. Eso lo convirtió en enemigo a batir. Debemos explicar esas iniciativas y conseguir la complicidad de la sociedad. Un partido político debe proponer alternativas en un momento en el que la sociedad lo pide a gritos.
P. ¿La constitución de +BNG no significa un cierre en falso de la Asemblea Nacional de mayo?
R. La asamblea está cerrada, tenemos un portavoz nacional, Guillerme Vázquez, y simplemente hay una presentación de la corriente. Pero hay pluralidad de pensamiento y unidad en la acción: en el BNG estamos los que pensamos que otra Galicia es posible.
P. Se le reprocha al BNG refundarse continuamente.
R. Hay poderes a los que no les interesa la pluralidad, la libertad de pensamiento, porque eso alteraría las cuotas de poder de un sistema construido sobre quitar a las personas la capacidad de pensar. Pero por lo menos hay en Galicia una fuerza política plural en la que la gente puede ir a una asamblea, levantar la mano y decir: "Pues yo no estoy de acuerdo". ¿Por qué se demoniza eso?
P. ¿Cómo califica los 100 primeros días de gobierno de la derecha?
R. De desgobierno. Un señor que dijo que en 45 días arreglaba la crisis, han pasado 100 y no hay obra licitada, proyectos paralizados, continuas faltas a la verdad -había un agujero de 1.200 millones y luego aparecen en un plan de austeridad-, no se atajan los problemas del lácteo, del metal... Son escapistas. No hay programa político, por no haber no hay ni conselleiros, sólo una figura presidencial que va a los reality shows de las televisiones estatales.
P. ¿Y la negociación de los fondos de financiación?
R. Una nacionalidad histórica reconocida en la Constitución ha bajado a segunda. Feijóo asumió una consigna de partido vergonzosa para nuestro país: no consiguió mayor cuota y se abstiene en vez de votar en contra porque su partido quedó contento. Valencia y Madrid arreglaron. Que no distraigan con Cataluña. En 100 días nos ha convertido en comunidad de segunda.
P. La reforma de la Lei do Solo permite que los ayuntamientos licencien obra.
R. El territorio para el PP es un lugar del que extraer recursos, el camino que le imponen sectores que sólo miran por su beneficio empresarial. Pero el territorio es finito. Tiene que haber controles y eso no significa retrasos en las tramitaciones, sino equiparase a la Europa avanzada. A ver qué hacen con el litoral. El bipartito dejó que el territorio importa.
P. Acusan a Vivenda de un "agujero" en el Instituto Galego de Vivenda e Solo.
R. Los infundios son muy propios del PP. El IGVS funciona con una empresa pública que invierte dinero y después lo recupera. Y hay inversiones realizadas: suelos comprados que se están urbanizando para hacer suelo empresarial. Luego se venden y se recupera el dinero. Hicimos más suelo empresarial en cuatro años que ellos en 16. Ahora tienen que vender esas parcelas, y lo que había era esa diferencia entre ingresos y gastos.
P. ¿Con qué se queda del bipartito?
R. Enseñar a la gente que los gobiernos de coalición son posibles. Hubo pequeños problemas de convivencia, como en todos los gobiernos. En este Ejecutivo son más grandes: una parte del PP está en contra de la política lingüística del señor Feijóo y su conselleiro de Educación. Además, el bipartito realizó medidas importantes.
P. ¿Cuáles?
R. Libros de texto gratis, Consorcio de Servizos Sociais, medidas en el medio rural, intervenir por primera vez desde lo público en las políticas de vivienda.
P. ¿Qué fue lo peor?
R. No haber incidido en los cambios para que llegasen a más gente. Pecamos de ingenuos. Y no desmontar las insinuaciones del PP en campaña.
P. ¿No resulta cuestionable que consellerías nacionalistas adjudicasen un millón de euros a empresas de dirigentes del BNG?
R. Es normal que haya empresarios que sean militantes del BNG. Igual que había empresas que trabajaban para la Xunta, incluso de algún hermano de gobernantes, que eran del PP. Se puso más el acento en el BNG, intencionadamente.
P. Éticamente es objetable.
R. Pero se hace con intención política, convertir los signos en garabatos. Por ejemplo, no hay nadie del BNG en un proceso judicial y hay otros que están por los trajes y por otras cuestiones. El tiempo lo depura todo y lo que quedará serán hombres y mujeres nacionalistas que trabajaron para hacer de este país el mejor país del mundo.
P. ¿Se ve como candidata a la Xunta? Hay quien lo reclama en su partido.
R. Me veo como militante y diputada en la oposición. Ahora esa cuestión no es prioritaria. Importa el proyecto colectivo, no el individual, entonar la melodía correcta para esa cuarta parte de Galicia nacionalista.
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