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La Algaba asiste con hartazgo a la moción de censura

Los vecinos de la localidad sevillana se quejan de lo mal que funciona todo

La Algaba, un pueblo de la periferia sevillana de 17.000 habitantes, es un hervidero político. La configuración pareada de su Ayuntamiento (ocho concejales del PSOE y otros tantos de IU) se ha tornado, a lo largo del último año, en un matrimonio mal avenido que finalizará el próximo martes, cuando su alcalde, José Luis Vega (IU), se verá sometido a una moción de censura por parte de los socialistas, con el apoyo del único concejal del PP.

"Han ido a por mi cabeza, lo tenían planeado", comenta el alcalde. El teniente de alcalde socialista, Marcos Agüera, tiene una versión muy diferente. "No hay comunicación con nuestro partido, estamos ninguneados". Lo cierto es que en el pueblo abundan carteles que anuncian los futuros proyectos urbanísticos, y no van rubricados por el Ayuntamiento, sino por IU.

En lo que sí coinciden ambos concejales es en su convicción de que su disputa se ha trasladado al pueblo y que sus habitantes se han dividido en dos bandos. Aunque en la calle no se vive esa crispación que pretenden. "Son sólo unos pocos, que hacen mucho ruido", comenta un algabeño. Como "ruido" entienden las pintadas que aparecen todos los días en muchas de las calles del pueblo en contra del PSOE, o los destrozos que se causaron en la fachada de su sede la madrugada del miércoles.

"Pero aquí desde luego no hay un enfrentamiento entre dos bandos ni nada parecido. Ésta es una ciudad dormitorio. La gente se va a trabajar a Sevilla y sólo viene para dormir. No pierden el tiempo con esas cosas". Un amigo suyo comenta que lo que hay no es crispación, sino hartazgo: "Esto no es política ni es nada. La ideología no cuenta para nada aquí. Van todos a llenarse los bolsillos, sean del partido que sean. Y mientras tanto, el pueblo sigue hecho una porquería", se lamenta.

Muchos en La Algaba se preguntan dónde invierte el Ayuntamiento el dinero. Al mediodía del pasado jueves, de las puertas del consistorio salía un grupo de cinco personas con la expresión ceñuda. Es una escena "muy repetida". Son personal subcontratado que, una vez más, se va con las manos vacías. "Llevo meses esperando a que me paguen lo que me deben y siempre me dan largas", dice uno de ellos. José Sánchez, instalador de alumbrado para eventos y ferias, tampoco ha cobrado. "He trabajado en muchos pueblos de Andalucía y te puedo decir sin dudarlo que éste es el Ayuntamiento más desastroso que he conocido", continúa Sánchez. "Son un auténtico caos, y ni pagan, ni informan, ni nada. Da igual que a partir de la semana que viene gobierne otro. Es tal el desaguisado que se va a encontrar, que no va a poder hacerlo bien"

La moción de censura será el 21 de julio. El alcalde ha ofrecido su dimisión para que siga gobernando su partido.

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