Entre dos aguas internacionales

A mediados de agosto, después de unos pocos días de vacaciones, este catedrático de Derecho Mercantil por la Universidad de Castilla-La Mancha se incorporará al Banco Mundial, como él mismo dice, "la tercera organización más grande de Washington, con 8.000 funcionarios y una burocracia enorme". Está tan ilusionado como ocupado tratando de dejar cerrados sus asuntos en España.

No es un cargo que haya buscado, confiesa. Pero sí se ha puesto a tiro para que la institución internacional le encontrase. "El Banco Mundial necesitaba reforzar su unidad de Insolvencia y Derechos de los Acreedores, tras la jubilación del councel argentino Adolfo Ruyón". Como buscaba un perfil muy especializado, los candidatos eran pocos y Garrido brilló con luz propia. No en vano, es especialista en derecho concursal. Incluso su tesis doctoral la dedicó a ello, lo mismo que algunos de los libros que ha escrito.

Con la crisis financiera, la unidad de la que se va a responsabilizar ha ganado en importancia y asuntos que resolver no le faltan. Según José María Garrido, las tres materias fundamentales que tiene que atender son: desarrollar los principios globales de los regímenes de insolvencia; colaborar con instituciones como el G-20 en la reestructuración del sistema financiero mundial y ayudar a los países en desarrollo a mejorar sus sistemas jurídicos. Cuando se le pregunta por el orden de prioridades en un contexto de recesión como el actual, el todavía consejero de Cuatrecasas, Gonçalves Pereira responde que hay que hacer muchas cosas al mismo tiempo.

Y a sus 43 años de edad, Garrido ya ha hecho unas cuantas. Se despide del bufé Cuatrecasas (donde se mantiene en excedencia por dos años) después de cuatro años "a tiempo parcial, entre la Universidad y el despacho", como le gusta decir. Justo antes, entre 2001 y 2005, fue secretario del consejo de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, donde también dirigió el servicio jurídico y se especializó en gobierno corporativo, participando en el desarrollo del Código Conthe, así como en el equipo de la Unión Europea destinado al efecto.

Dos especialidades que, en su opinión, "son un seguro de vida. Cuando las cosas van bien trabajo en gobierno corporativo, y cuando van mal, en derecho concursal. Así tengo la oportunidad de hacer cosas diferentes".

Madrileño, casado y sin hijos, es un amante de la lectura. Sobre todo de novelas, que devora en español, inglés y francés.