"20 años en la empresa no te aseguran nada"
Michael Page era un contable del Reino Unido de los años setenta. Trabajaba con muchas empresas de contratación hasta que acabó desquiciado con ellas. Tanto, que fundó una. Casi 40 años después, la firma Michael Page International se ha convertido en uno de los mayores head hunters [cazatalentos] del mundo, especializada en personal altamente cualificado.
Steve Ingham, su presidente, empezó también allí de intermediario y comparte con su maestro que muchas de estas firmas sólo piensan en sacar tajada de las operaciones. "Empecé en el grupo hace 22 años como consultor. La gente que entonces coloqué se ha convertido ahora en mis clientes; directivos, presidentes y consejeros. Si me hubiera guiado por las comisiones, estas personas ya no me hablarían y mi negocio no existiría".
"La crisis ha vuelto más exigentes a las empresas. Si pagan, quieren el mejor"
Ingham parece un hombre afable y enérgicamente sonriente. En su visita a las oficinas del grupo en Madrid le sigue un séquito de cargos regionales que hacen entrever que este británico, además de agradar, manda. Su charla descubre la ambición empresarial, por un lado, y la nostalgia de la tradición, por otro. "Nuestra empresa crece orgánicamente, sin adquisiciones ni grandes inversiones. No nos endeudamos. Lo que ganamos, lo metemos en el banco", explica. Y los que ahora son altos directivos del grupo empezaron desde abajo, como él.
Ahora triunfan con un nuevo perfil bastante polémico. Michael Page ofrece directores de recursos humanos o de marketing para un proyecto temporal, de unos seis meses, los interim managers. Es polémico porque muchos de los contratados tienen una función básica: reestructurar la empresa y despedir a los que haga falta.
Ellos sólo se ajustan a las necesidades del demandante, no las crean. De todas formas, hoy día, "para tener el puesto asegurado en la empresa hay que ser bueno. Ya no vale, como antes, haber trabajado durante 10 o 20 años", responde. Y es una opción cada vez más apetecible para los directivos: Trabajar la mitad del año y sacar un buen sueldo.
Para Ingham, la crisis no ha variado excesivamente el perfil requerido: "No es que ahora las empresas prefieran directivos más agresivos o más prudentes, simplemente los quieren mejores". Cuenta que en los años noventa, las empresas tenían mucha más "grasa": más empleados, pero menos cualificados. Hubo una gran ola de despidos y ahora los empresarios buscan menos gente, pero más cualificada.
Y la mujer del César no sólo debe serlo, sino también parecerlo. "Muchos de los directivos no preparan su entrevista de trabajo. Y es lo más decisivo". Para Ingham, es habitual que altos cargos que llevan 20 años sin solicitar un empleo no sepan cómo hacerlo. "Es importante saber qué te van a preguntar. Muchos llegan y les preguntan cuáles son sus fuertes. El entrevistado se queda en blanco", cuenta.
Además, hay que ser positivo. Si le preguntan por qué ya no está en la empresa, no vale soltar un simple "me han despedido". Debemos responder que el grupo quería invertir en otros sectores o que llevó a cabo una reestructuración. Y que, de todas formas, estamos deseosos de probar en otros sectores.
El mayor daño que está sufriendo Michael Page en la crisis es que la gente no busca trabajo. "Empresas como la nuestra viven del movimiento de puestos, gente que quiera cambiar de empleo. Si no lo hacen, no ganamos", revela Ingham. Éste es su mejor medidor para dilucidar el fin de la crisis, cuando se le pregunta. Ahora los empleados no quieren perder su puesto. "Cuando el empleado empiece a asquearse, a decir, 'odio a mi jefe' o 'mi trabajo y quiero cambiar de trabajo', entonces significará que la economía se está recuperando.
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