El Consell levanta la bandera de la financiación y recupera la del agua

El nuevo modelo de financiación autonómica es discriminatorio e insolidario con los valencianos. Con estas palabras, el vicepresidente del Consell, Vicente Rambla, añadió ayer, tras la reunión del Consell, la financiación a la cesta de agravios que el gobierno valenciano y el PP llevan años echándole en cara al Gobierno español. Antes lo fueron el agua, a raíz de la derogación del trasvase del Ebro en 2004, o la falta de inversiones del Estado en infraestructuras, un supuesto agravio difícil de sostener desde que llegan cientos de millones de euros para la construcción del AVE. La financiación, como el agua, adquiere plena vigencia dentro de las bautizadas por el PP como las "10 traiciones de Zapatero".

Rambla habló ayer de la "valencianofobia" de Zapatero. "Hay un castigo permanente para la Comunidad Valenciana", enfatizó tras asegurar que los 1.300 millones de euros que los valencianos recibirán con el nuevo sistema se han quedado cortos, muy cortos. Faltarían otros 1.200 millones, dijo Rambla, comparándose con los fondos asignados a Cataluña. En el olvido queda el baile de cifras que el Consell ha presentado en los últimos meses bajo el paraguas de la financiación. Empezaron con 400 millones, pasaron a 800, 1.000, 1.200, 1.400 y hasta 2.400 millones, la cantidad que ayer solicitaba el vicepresidente.

"Zapatero preside un Gobierno débil, que ha cedido a las presiones de los partidos que tienen que proporcionarles votos suficientes para su estabilidad", hurgó Rambla, que a continuación habló de comunidades de primera y de segunda, y de que con el dinero que no llegará se podrían construir tres hospitales como La Fe de Valencia.

"Se han aportado más recursos al sistema [de 9.000 a más de 11.000 millones] y la Comunidad no gana nada. Si el Gobierno ha puesto más dinero sobre la mesa, nos tendrá que llegar algún euro más", dijo. Rambla no admitió fallos en la negociación por parte de la Generalitat e insistió en que si los populares no votaron en contra fue por dos motivos: "Porque queremos ese dinero para las necesidades de los valencianos y porque si nos oponíamos había penalizaciones para acceder a determinado tipo de fondos", resumió el vicepresidente del Consell.

Además de hablar de la financiación, el Gobierno valenciano aprobó destinar 56 millones de euros al alquiler de los equipos de alta tecnología para el nuevo hospital La Fe. El alquiler de los equipos, con opción de compra, se pagará mediante cuotas fijas en ocho años. También se sacará a concurso la gestión por concesión del servicio de alimentación del centro hospitalario. Será por 46,5 millones de euros durante un periodo de cuatro años.