El ambicioso plan de Cercanías sólo será realidad con ayuda del Consell

El plan de Cercanías, que el Ministerio de Fomento y la Generalitat deben cerrar en los próximos meses, tendrá "un coste compartido" y dependerá "de la voluntad de la otra parte", es decir, de la contribución del Consell, aclaró ayer el delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Ricardo Peralta. El delegado salió a defender las inversiones que el ministro de Fomento, José Blanco, anunció el pasado martes tras entrevistarse con el presidente valenciano Francisco Camps, y reclamó a la Administración autonómica que corresponda a la oferta de diálogo que brindó el ministro. El plan de Cercanías será "tan ambicioso", anticipó Blanco, como los de Madrid o Barcelona.

La declaración de Peralta provocó cierta sorpresa en la Consejería de Infraestructuras, que dirige Mario Flores. Allí reiteran que tanto en Madrid como en Cataluña sería el Gobierno central quien se haría cargo de financiar el plan de Cercanías, por lo que no entienden que Peralta hable ahora de coste compartido.

En Cataluña está previsto el traspaso de las Cercanías a la Generalitat catalana, pero tan lejos como el pasado mayo no se ponían de acuerdo en torno al coste de la operación y quién la pagará. El ministerio que dirige Blanco sopesa la creación de un consorcio entre Renfe y la compañía de ferrocarriles catalana para gestionar las líneas. En Madrid, Blanco anunció cerca de 5.000 millones de euros para la red ferroviaria de Cercanías. A diferencia de Cataluña, donde se prevé un traspaso efectivo de las líneas, Madrid y la Comunidad Valenciana están más por cogestionar las líneas pero sin tener la titularidad. La última petición de Flores a Fomento es que invierta unos 2.500 millones de euros en la mejora de toda la red.

Peralta no quiso anticipar datos para no interferir en la negociación. "Los problemas y las necesidades están más o menos detectadas y eso tiene un coste significativo que tiene que ser compartido", reiteró.

Del resto de anuncios hechos por Blanco, el delegado del Gobierno explicó que son compromisos políticos en firme, cuando no inversiones ya en marcha. Y como ejemplo de lo que no hay que hacer dentro de esta etapa de diálogo y colaboración, Peralta citó la construcción del acceso norte, una infraestructura que la Generalitat se comprometió a ejecutar en el convenio de carreteras de 2005 y que ahora ha endilgado a Fomento porque es cara. A renglón seguido, Peralta cifró en más de 1.200 millones de euros las licitaciones y adjudicaciones de Fomento en territorio valenciano en el primer semestre.