Un estratega que mezcla Cruyff con Sacchi

De vez en cuando, Pep Guardiola le paraba por los pasillos de la Ciudad Deportiva del Barcelona. Le discutía algún concepto futbolístico, charlaban sobre la filosofía azulgrana, debatían puntos tácticos y, sobre todo, departían sobre la organización defensiva. Rodolfo Borrell (Barcelona, 1971) era la nota alternativa al dream team, basado en la figura del 4, el ataque por las bandas y las triangulaciones dinámicas y precisas. "El estilo del Barça es ofensivo por naturaleza, pero no se deben descuidar los demás aspectos", conviene Rodo, como le conocen los amigos; "mis referentes han sido Johan Cruyff y Arrigo Sacchi, por lo que mi lucha pasa por mezclar las dos filosofías. Y si se me señala por estructurar a los equipos, fantástico". Así se lo ha reconocido Rafa Benítez, técnico del Liverpool, que le ha fichado, entre otras cosas, para dirigir el equipo sub 18 de la academia, el equipo anterior al filial.

Borrell sabe de fútbol un rato, y no sólo de manuales. Descubrió para el Barcelona, por ejemplo, a Cesc (Arsenal), Calvo (Aris), Crosas (Celtic), Botía, Jeffren y Víctor Vázquez (Barça B) Y ha enseñado a muchos más, como Piqué, Bojan y Giovani. Su mano se nota; 14 años en el Barça -12 dirigiendo equipos- le han alcanzado para ganar 14 títulos: nueve Ligas, tres Copas de Cataluña, un Campeonato de España y un Mundialito de Clubes. De ahí que en el ejercicio futbolístico anterior, tras marcharse al fútbol griego, el Barcelona le volviera a contratar con los brazos abiertos.

Irse al Iraklis como segundo de Ángel Pedraza era dar un paso al frente. Pero todo se torció. En Navidades destituyeron a Pedraza y, ante el vacío en el cargo, pusieron provisionalmente a Rodo. Éste ganó el primer duelo y los dos siguientes, haciéndose un hueco en el corazón de una afición tan exigente. Los dos encuentros siguientes, sin embargo, los perdió; ante el poderoso Olympiakos y el notable Larisa. Algo lógico, pero a la vez la excusa perfecta para despedirle. Y regresó al Barça para hacer de ojeador por Europa y África, en busca de nuevos talentos.

Ahora se vuelve a marchar. El también español Pep Segura, que será el head coach (responsable del fútbol base por detrás de Frank McParland, director ejecutivo) lo llamó hace dos meses. "Segura me pidió que entrenara al juvenil A y fuera su asistente en la academia. Pero la decisión pasaba por Benítez, que es quien gobierna allí. Todo pasa por su consentimiento". Días después, la llamada de Rafa le convenció. Incluso para descartar una oferta de dirigir al juvenil A del Madrid. "Rodolfo tiene una gran experiencia en el desarrollo, educación y formación de fútbol base", destaca Segura. "Mi objetivo en la vida es ser el entrenador del Barça, pero estaba estancado y era el momento de arriesgar. Aunque eso no quita que el Barça sea el club de mi vida", responde Borrell.

Rodo ha firmado un contrato por dos años con un coche y una casa mientras permanezca allí. "Benítez es un referente mundial en cuanto a la organización y dirección de equipo al más alto nivel", destaca Borrell, "y una vez allí no podemos caer en el error de no valorar lo que ya tienen. Hay que potenciar sus virtudes y añadir otras".

Así, todos trabajarán con el mismo sistema que el equipo profesional. "Y no se trata de llevar el estilo Barça", matiza Segura; "el Liverpool es un equipo defensivo, físico y de contragolpe. Hay que conocerles y conjugar nuestras ideas con eso". Remata Borrell: "Ese es el reto, potenciar y comprender sus virtudes y forma de ser para aportarle nuevos parámetros". Rodo sabe muy bien de lo que habla.