El análisis gráfico recupera protagonismo

Los mercados de valores mantuvieron ayer la orientación descendente iniciada días atrás por la presión de los datos económicos negativos y ante la total ausencia de argumentos para frenarla.

El Ibex 35 fue el índice europeo que mejor reflejó el temor de los inversores a que se cumplan los peores augurios, es decir, a que esta corrección sea más profunda de lo esperado y lleve al mercado español a la zona de los 9.000 puntos.

La única duda que se planteaban los inversores ayer se refería al comportamiento de la Bolsa de Nueva York tras las fuertes caídas de los últimos días. Así, el Ibex 35 se mantuvo con pérdidas moderadas hasta la apertura de aquel mercado, para profundizar después su alcance y llegar al término de la jornada con una bajada del 1,67%, lo que situó al Ibex 35 en 9.360,60 puntos. Los valores medianos del mercado cayeron el 2,38% y los pequeños el 2,46%, en una clara demostración de que esta vez no son las ventas a corto las que están detrás de las caídas.

Desde Estados Unidos llegaban algunos avisos sobre la posibilidad de que los gráficos de los índices Standard & Poor's y Dow Jones hayan completado la formación de la temida figura de "hombro-cabeza-hombro" que podría llevar al Standard & Poor's al nivel de los 830 puntos. La coincidencia de esa posible caída con el pronóstico más negativo de los analistas españoles para el Ibex 35, que le sitúan en el entorno de los 8.800 puntos, es más que evidente y vendría a confirmar una fase de depuración de los mercados que podría coincidir con la llegada de los primeros datos económicos medianamente positivos.

Esta manera de ver las cosas ha provocado algunas salidas precipitadas por parte de aquellos inversores que ven una buena ocasión de situarse en posiciones de liquidez para aprovechar el posterior rebote de las cotizaciones, algo muy parecido a las ventas a corto que hacen los profesionales y que tan buenos resultados les han deparado en el pasado reciente.

Los valores bancarios volvieron a ser protagonistas, aunque esta vez no estuvieron solos a los mandos del mercado. La contratación en el Mercado Continuo fue de 3.523,48 millones de euros, de los que 1.969,83 millones procedieron de las operaciones del "mercado abierto".