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Necrológica:'IN MEMÓRIAM'
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

Juan Carlos Frugone, una vida polifacética dedicada al cine

Como hombre de cine, Juan Carlos Frugone -que falleció ayer, 7 de julio, en una clínica de Cercedilla (Madrid), a los 72 años, a causa de un cáncer- fue polifacético: crítico, escritor, guionista, traductor, asesor, director de festivales... En Buenos Aires, donde nació el 15 de enero de 1938, organizó los cineclubes de diversas universidades, como el de la Facultad de Filosofía y Letras en la que había estudiado, colaboró en publicaciones cinematográficas y fue el crítico oficial del diario Clarín, desde 1967 hasta su llegada a España en 1976, durante los años negros de la dictadura militar argentina.

Obtuvo la doble nacionalidad y comenzó su andadura española por diversas publicaciones, Fotogramas, Cambio 16, Cartelera Turia, El Socialista, entre ellas; asesoró el programa De película para TVE, revisó guiones ajenos y fue traductor de subtítulos hasta que Fernando Lara le ofreció el cargo de director adjunto de la Semana de Cine de Valladolid, tema éste para el que Frugone tenía tablas, tras haber colaborado con los festivales de Mar del Plata, Oxford, Huelva, Venecia, Taormina y Chicago...

Intervino, pues, en la época dorada del festival vallisoletano, para el que publicó varios libros: Mario Camus, oficio de gente humilde; Stanley Donen... y no fueron tan felices, y Rafael Azcona, atrapados por la vida.

Abandonó su cargo en dicho festival tras ocho años de trabajo (1984-1992), sin imaginar que en 2005 sería nombrado director del mismo en sustitución de Fernando Lara, función de la que dimitió tras ejercerla durante dos años.

Entretanto, Frugone había traducido al castellano libros sobre Almodóvar, Billy Wilder, Mitchell Leisen, Bukowski, y sobre todo la biografía de David Robinson Charles Chaplin, his life and art (1993) que, al decir de su hija Geraldine, es el mejor libro escrito nunca sobre la figura de Charlot. Aún está a la espera de editor español.

Los dos años como director de la Seminci fueron duros para Frugone. El festival había perdido con el tiempo parte de su enorme prestigio, y la prensa no le fue afín. Él se quejó públicamente y en repetidas ocasiones de las rígidas condiciones en que debía realizar su trabajo, así como de las presiones que sufría por parte de algunos funcionarios de la política. Su humor, siempre de tintas tenues, un poco peculiar, sufrió entonces un duro revés. Sin embargo, no abandonó por ello su noble aspecto de caballero inglés, su cordialidad con la gente cercana, ni sus ganas de seguir trabajando en relación con el mundo del cine, al que había dedicado la vida.

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