Los hosteleros de Valencia estiman que su sector volverá a tasas de 2003
2003 fue clave para el turismo en Valencia. Empezó con dudas sobre el impacto que la Guerra de Irak tendría para el turismo mundial y terminó con la designación de la ciudad como sede de la Copa del América, lo que disparó su notoriedad internacional. La recesión va camino de devolver a la ciudad a la casilla de salida, afirmó ayer la Federación Empresarial de Hostelería de Valencia basándose en el quinto estudio sobre perspectivas del sector.
Elaborado a partir de 200 encuestas con empresarios, el informe concluye que el negocio caerá un 8,15% respecto al pasado verano, cuando ya retrocedió un 6,43% respecto al anterior. La dimensión de las caídas contrasta con el moderado optimismo que los hosteleros demostraron en 2007 (ese verano vaticinaron un aumento del 0,48%), 2006 (incremento del 5%) y 2005 (subida del 5,1%). "La incipiente evolución favorable de los indicadores y datos macroeconómicos no se transmite todavía a la economía real de las familias y su gasto vacacional", consideró la federación, que reclamó a administraciones y agentes sociales "un pacto capaz de explotar los primeros signos de recuperación".
Cada cliente gastará de media 23,1 euros en restaurantes; 15,8 en ocio nocturno; y 11,1 en bares, con un gasto global diario estimado de 16,1 euros. La ciudad es más cara (17,1 euros) que la costa (14,2). El 5% de los clientes serán extranjeros; el 34%, españoles de otras autonomías, y el 61%, valencianos. Sólo el 39% de empresarios ampliará personal para la campaña, y las expectativas sobre el futuro del negocio han bajado a un 6,4 (sobre 10) desde el 7 de hace un año.