_
_
_
_

La contralto Sara Mingardo fascina al auditorio en Bonaval

Fue la estrella indiscutible del espectáculo. El público acogió con calidez los conciertos vivaldianos intrumentales y para cuerda, muy bien interpretados por Concerto Italiano y Rinaldo Alessandrini. Pero el verdadero triunfo está en otra dimensión. De ella salió Sara Mingardo, se posó en el parque de Bonaval, usó sus mejores y más nobles armas y se apoderó de todos. Su voz es profunda y de una peculiar oscuridad, pero también es ligera, lo que le permite bellísimas agilidades. Además, posee gran homogeneidad en su gran amplitud.

Por su forma de hacer música, Mingardo recuerda a la gran Norma Procter, espejo donde se miran las genuinas contraltos. Ella puede hacerlo sin rubor. En Cessate omai, cessate impresionó por su expresividad, haciendo presentir la apoteosis. Ésta llegó con el Nisi Dominus y se elevó hasta tocar el cielo con el Cum dederis dilectis suis in somnum. Y de ahí ya nadie quiso bajarse; porque el paraíso debe de estar en la palabra somnum. Pero sólo si canta Sara Mingardo.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_