Los 300 chabolistas de Sevilla se unen en El Copero
Vuelven a estar las familias unidas, casi 300 personas. Los chabolistas que hasta el viernes estuvieron viviendo en los bajos del puente de Hierro (Sevilla) huidos del Polígono Sur por posibles represalias tras verse envueltos en una reyerta en la que murió un joven por una bala perdida, se han asentado en el conocido como el lago de los hippies, cercano a la base militar de El Copero, que pertenece a la Autoridad Portuaria de Sevilla.
Previsiblemente, sólo podrán asentarse allí hasta hoy porque el tráfico de camiones por la zona puede ser peligroso para los 95 menores del grupo. Y tampoco podrán instalarse en ningún otro terreno municipal de Sevilla porque, según fuentes del Ayuntamiento, la policía tiene orden de desalojarlos de cualquier zona que dependa de la ciudad.
En principio, no volverán a los pisos en los que vivían porque, aparte de estar amenazados por la familia del joven que murió, los pisos están precintados por la policía, ya que en su mayoría estaban ocupados ilegalmente. "De verdad que no sabemos ya dónde meternos", dicen desconsolados. El alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, remitió el sábado una carta en la que señalaba su preocupación por la situación y su colaboración con la Junta.
Según informó IU, mañana empiezan unos talleres de verano para los menores aprobados en Junta de Gobierno por PSOE e IU con un presupuesto de 305.000 euros.
El éxodo
Hasta el momento vivían en los bajos del puente de Hierro, pero el viernes tuvieron que desalojar la zona bajo orden judicial porque los terrenos dependen del Ministerio de Economía y Hacienda. El jueves por la noche, se fueron del asentamiento a unos terrenos cercanos al Charco de la Pava. Pero la policía no les permitió asentarse allí, y se desplazaron hasta la escultura del huevo de Colón, donde consideraron que no podían quedarse. Como nómadas por la ciudad fueron hasta Los Bermejales, donde precisamente vivían hace cinco años cuando el Ayuntamiento les expulsó dándoles bolsas con 42.000 euros. Y de allí también fueron conminados a irse, hasta que algunos de ellos llegaron a El Copero, y otros se dispersaron por la ciudad. Ya están unidos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.