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Reportaje:Empresas & sectores

"SOS no está en venta ni se divide"

El presidente Pérez Claver expone la situación del grupo tras la salida de los Salazar

En otoño los responsables del grupo SOS, los hermanos Jesús y Jaime Salazar, pusieron en marcha una "hoja de ruta" para rebajar el endeudamiento del grupo -unos 1.300 millones- y asegurar su viabilidad. Dentro de esa estrategia, se produjo la venta de

Cuétara, varias marcas italianas de aceite y la de la división de caramelos, y se amplió capital con la entrada en la sociedad de Caja Madrid. Esa "hoja de ruta", sin embargo, saltó por los aires hace unos meses al desvelar una auditoría que los hermanos Salazar se habían autoconcedido créditos a través de las empresas Condor Plus y

Aceites Cañaveral por un importe de 230 millones. El Consejo de Administración de SOS, el 30 de abril, decidió cesarles en sus cargos de presidente y vicepresidente e iniciar acciones penales.

El grupo presentará en otoño un plan de restructuración de la deuda
Con los cambios en el accionariado no se teme la entrada de un socio hostil

Esta decisión abrió una encarnizada batalla, con acusaciones y denuncias cruzadas, que se ha mantenido hasta la junta de accionistas del 29 de junio, y urgió a los nuevos responsables a una adopción rápida de medidas para restablecer la normalidad.

José Manuel Muriel fue nombrado primer ejecutivo en la gestión de la sociedad, en calidad de delegado general del Consejo, y Mariano Pérez Claver, representantes de Caja Madrid, presidente del grupo. "Nuestro principal objetivo hoy", explicó Pérez Claver el miércoles a este diario, "es estabilizar la sociedad y pasar página". "Aquí no hay un problema de reflotamiento por una mala gestión empresarial. La compañía funcionaba y sigue dando buenos resultados. No hay problemas de liquidez y hay circulante para la actividad diaria y para pagar lo que se debe en el futuro. Lo que hace falta es poner orden en los recursos tras la salida irregular de esos 230 millones de euros. Y eso es lo que estamos haciendo".

El nuevo presidente no entra a juzgar el comportamiento de los Salazar porque entiende que corresponde a los tribunales determinar las responsabilidades, aunque en medios de la empresa se cree que la mayor parte de esos 230 millones se han utilizado para la compra de acciones de SOS a un precio elevado.

- Control interno. Para el nuevo presidente, en la etapa precedente el poder estuvo excesivamente concentrado en las manos de los hermanos Salazar y todo discurrió de una forma muy rápida hasta que se produjo la auditoría a finales de año. El grupo, para que no se vuelvan a repetir estos problemas, ha apostado por recortar poder a los mayores gestores, y por reforzar las auditorías internas y la información al consejo.

- Gestión. La detracción de recursos por los Salazar no ha llegado a paralizar el día a día del grupo. SOS Corporación Alimentaria, según su presidente, ha seguido operando con normalidad en ventas y resultados, con una facturación que se ha elevado a unos 1.700 millones gracias al mayor peso de Bertolli en el grupo.

Pérez Claver destaca, dentro de los últimos resultados, el excelente comportamiento de las ventas y exportaciones, sobre todo a EE UU. En España, a pesar de la crisis, los resultados son también positivos, aunque se hace necesaria una nueva estrategia para incrementar el peso de la marca de la distribución frente a la marca propia, lo que va a suponer un ajuste en los márgenes. "Habrá que ser más eficientes en el área industrial", dice el presidente. En el área comercial, el grupo se propone emprender una ofensiva para la venta en los canales de Horeca y apoyar la imagen del aceite no solo como condimento, sino como un producto saludable con grandes efectos beneficiosos.

- Deuda y refinanciación. Sobre el papel, la "hoja de ruta" diseñada por los Salazar para rebajar la deuda era correcta con la venta de Cuétara por 215 millones de euros, junto a la entrada de Caja Madrid con 149 millones en el capital y la venta prevista del 30% del grupo en Italia, junto a otras operaciones menores. La salida irregular de caja de los citados 230 millones rompió ese plan y volvió a elevar la deuda a 1.200 millones. Ante este escenario se han iniciado los trabajos para la presentación, probablemente en otoño, de un plan de reestructuración de la deuda que estará acompañado de un plan industrial hoy por definir.

El consejo de Administración aprobó y posteriormente la junta de accionistas dio luz verde a una ampliación de capital de 200 millones. La mitad la van a suscribir los accionistas principales, fundamentalmente las cajas. Para el 50% restante, según Credit Suisse, el banco encargado de la colocación, ha mostrado su interés más de medio centenar de inversores. "En su día se decidirá la opción que pueda resultar más interesante para la empresa con vistas al futuro", dice Pérez Claver. "En todo caso, la deuda no puede superar en cuatro veces el Ebitda".

- Accionariado. Los problemas del grupo han provocado algunos cambios en su composición, como la reducción en la participación de la familia Salazar, que ha pasado del 28% del capital al 18,5%, o la entrada de Ahorro Corporación con un 4,78%. Las cajas, en conjunto, tienen un 35,4% de SOS. La acción del grupo cotiza actualmente por debajo de los cuatro euros frente a los 14 de hace unos meses. El presidente considera que no hay ningún riesgo de una toma de control de la compañía por un socio no deseado. La última junta de SOS mantuvo la limitación de los derechos de voto al 10% del capital con independencia del número real de acciones que se tengan, pero eso se quiere eliminar a medio plazo.

- Futuro del grupo Tras la venta de Cuétara, las principales empresas del grupo se concentran en el aceite y el arroz con las firmas SOS, American Rice, Koipe Carbonell y las italianas Minerva, Carapelli y Bertolli. El presidente tiene las cosas muy claras: "Tenemos un gran grupo en arroz por el que muchos estarían interesados y una posición excepcional de liderazgo mundial en el aceite de oliva. No estamos en este momento, obviamente, para comprar y reforzar nuestra posición en esos sectores, pero tampoco para vender. El grupo lo que necesita ahora es reorganizarse y extraer todo su potencial, que es mucho".Pérez Claver reconoce que en las últimas semanas son muchos quienes se han acercado al grupo para ver, para sondear, la posibilidad de adquisiciones, pero el presidente en este punto es tajante. "Ha costado mucho levantar esta estructura de empresas. SOS Corporación Alimentaria no se vende ni se trocea. De acuerdo con la hoja de ruta diseñada en su día por los anteriores gestores, tanto para seguir bajando el endeudamiento como para dar entrada a socios que puedan dar mayor estabilidad y fuerza al grupo, no se descarta en un futuro poner en marcha la venta de entre un 25% y un 30% del capital de las empresas aceiteras en Italia. Para el desarrollo de esta operación, más que una actuación en Bolsa, se preferiría dar entrada a un socio italiano, porque supondría reforzar aún más el grupo en ese país".A corto plazo, solamente se contempla seguir con la venta de algunas segundas marcas de aceite en Italia que pueden estar incluso perjudicando la estrategia seguida en las marcas de referencia. En esa vía podría entrar la venta de marcas como Sasso o San Georgio, tras la venta reciente de Dante.

El nuevo presidente de SOS, Mariano Pérez Claver, en su despacho.
El nuevo presidente de SOS, Mariano Pérez Claver, en su despacho.ULY MARTÍN

Un grupo grande, pero poco trabado

Pérez Claver cree que a los Salazar hay que reconocerles la construcción de una compañía de gran tamaño, aunque con escasa cohesión. Objetivo de la nueva etapa es consolidar SOS con la estructura propia de una multinacional, que lo es. En esa línea, se busca descentralizar la compañía, pensando sobre todo en Italia y en EE UU incorporando consejeros de ambos países.

La apuesta por esta filosofía respondería a la propia estructura de sus ventas y beneficios. Hoy, el 70% de la facturación y el 90% de los resultados corresponden al exterior. En el aceite, que supone el 75% del total de ventas, en el exterior ofrece sus mejores resultados.

Los gestores de SOS han dado carpetazo a uno de los proyectos estrella de los Salazar, Todolivo. A esta iniciativa para plantar en todo el mundo 100.00 hectáreas de olivar intensivo para lograr un 30% de las necesidades de aceite del grupo, se pretendió incorporar un socio libio. Frente a ese proyecto, que se considera costoso y a largo plazo, hoy el grupo estima que la producción hay que dejarla en manos de los agricultores con quienes, lejos de los enfrentamientos del pasado, buscará acuerdos de aprovisionamiento estables y sobre todo, fidelizar al olivarero con el grupo. -

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