"Espero no tener que rechazar la financiación autonómica"

La Junta de Andalucía está dispuesta a plantarle cara al Gobierno de Rodríguez Zapatero y rechazar el próximo día 15 el nuevo sistema de financiación autonómica si éste no respeta la igualdad entre todos los ciudadanos españoles, residan en la comunidad que residan. "Si no se ajusta a lo que estoy diciendo, lo tendremos que rechazar". Así de claro lo manifiesta Carmen Martínez Aguayo, la consejera andaluza de Economía y Hacienda que afronta esta semana la recta final de la negociación con el Gobierno central. Martínez Aguayo, que aparta la polémica de su problema de comunicación con la ministra Elena Salgado -"no hay ningún problema", afirma rotundamente- espera recibir esta semana del Ministerio los últimos datos del nuevo modelo de financiación.

Martínez Aguayo anuncia que los próximos presupuestos de la comunidad, que ya elabora su departamento, serán restrictivos, aunque aún desconoce en cuanto descenderán. Lo que si adelanta es que podrá disminuir cualquier partida del presupuesto, incluida la inversión, excepto las destinadas a Educación.

Respecto de la crisis, la consejera se muestra prudente y alejada de la euforia que los datos de empleo conocidos el pasado jueves despertaron en algunos compañeros de gabinete. Martínez Aguayo cree que los datos apuntan a que la crisis ha tocado fondo, según los expertos internacionales, y aunque rechaza la expresión "brotes verdes" afirma que "hay algunos datos que apuntan a cierto optimismo".

Respecto al proceso de Concertación Social iniciado el pasado mes de mayo, Martínez Aguayo pide a todos los participantes que dediquen más tiempo a cerrar un acuerdo; y sobre la fusión de Cajas de Ahorro se muestra confiada, al tiempo que hermética, sobre los movimientos que las entidades andaluzas abordarán en las próximas semanas.

La consejera de Economía y Hacienda, Carmen Martínez Aguayo (Madrid, 1953), debe firmar (o no) en los próximos días el acuerdo sobre la financiación autonómica. Si no se garantiza la igualdad, votará en contra. Confía en no llegar a ese extremo.

Pregunta. ¿Ya ha logrado que la señora Salgado se le ponga al teléfono?

Respuesta. Bueno, hablo con el Ministerio de Economía y el martes tengo una cita con el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña. No hay ningún problema en la comunicación. Con la señora Salgado, en concreto, es que no tengo necesidad de hablar con ella. Estamos perfectamente intercomunicadas a través del secretario de Estado.

P. ¿Qué espera de la reunión?

R. Todos conocemos la voluntad de que haya un acuerdo sobre financiación alrededor del 15 de julio. Creo razonable que se me dé más información de cómo se han ido avanzando posiciones en las diferentes rondas con todas las comunidades. De hecho, ya habló con nosotros el vicepresidente tercero y nos aclaró la ponderación de la población en edad escolar y en la sanidad. Espero que podamos ir avanzando hasta la concreción final, que no se va a dar hasta que no se plasmen esos criterios en un montante económico.

P. El PSOE andaluz teme que la vicepresidenta haya cambiado de opinión. ¿No se fían?

R. Cuando estamos hablando de un elemento como la financiación, no se trata de fiarse o no sino de verlo por escrito, concretado. Ver que las cuentas obedecen a lo dicho y que se ha pasado de las palabras a los hechos de una manera convincente.

P. Resulta difícil de creer que no tengan una cifra con una horquilla de cuánto le va a corresponder a Andalucía.

R. Se lo puede creer. Nosotros no hemos hecho énfasis en una cantidad, sino en una manera de distribuir los recursos, que busque lo que dice la Constitución, la igualdad de todos los españoles en la prestación de los servicios públicos. Es importante saber cómo se mide la población en relación con las necesidades de esa población para poder ser financiadas. ¿Cómo se mide? Depende qué valor damos a una persona de más de 65 años en relación con el servicio sanitario, cómo ponderamos la población en edad escolar entre 0 y 16 años, cómo debe influir la dispersión o la insularidad. Es una discusión muy relevante, porque de cómo se defina la necesidad, luego vienen los recursos para cubrir esas necesidades. Y después está la discusión de qué tributos deben gestionar o cederse a las comunidades. Esto es lo nuclear que está discutiendo Andalucía. La cantidad nos daría igual, siempre y cuando los criterios que marcan la aplicación del modelo tuvieran claro la igualdad y se visualizara perfectamente.

P. Parece una posición más ideológica.

R. Totalmente. Es una cuestión de principios, pensamos que la igualdad es lo fundamental. Por eso nos hemos mostrado tan críticos con el tema de la capacidad fiscal de las comunidades. Tenemos muy claro que los territorios no son los que aportan, sino cada individuo. Independientemente de donde viva uno, todos aportamos a la caja común del Estado según lo que ganamos. Es el Estado el que ejerce esta función de redistribuir para que todos seamos iguales. Es un principio que no pensamos renunciar en ningún momento.

P. ¿Andalucía puede rechazar el sistema el día 15?

R. Claro, si no se ajusta a lo que estoy diciendo lo tendremos que rechazar. Cosa que, la verdad, no espero.

P. Se da la paradoja de que Andalucía debe dinero al Estado por la financiación.

R. Cuando uno hace un presupuesto lo hace con las entregas a cuenta con que el Estado le notifica la liquidación de los dos años anteriores. Y es evidente que la previsión que hizo para 2008 no apreció que se iba a producir la caída de la economía que se ha producido. Las entregas están por encima de la recaudación real. Tenemos cierres provisionales, pero hay un diferencial a favor del Estado de unos 1.400 millones de euros. Hemos transmitido al vicepresidente tercero el hacer una devolución progresiva porque pondría mucha tensión en el presupuesto 2010.

P. ¿Cuánto va a decrecer el presupuesto de la Junta en 2010?

R. ¡Ya me gustaría a mí también saberlo! No lo puedo saber porque me tiene que notificar el Estado las entregas a cuenta. ¿Va a ser contractivo? Lo más probable. Los tributos, el IVA el IRPF, están cayendo mucho. Preveo una caída pero no puedo estimarla todavía, porque me puedo equivocar mucho.

P. ¿Dónde va a meter la tijera?

R. Menos en educación, en casi todo.

P. ¿Y en la inversión?

R. Probablemente también. Presupuesto contractivo significa que decrece todo, menos educación. El presidente de la Junta tiene esa prioridad, porque entendemos que es un elemento nuclear ante el futuro y ahí no puede fallar.

P. ¿Eso no es arriesgado electoralmente? Los logros educativos no se ven a corto plazo, las obras lucen más.

R. Probablemente, pero ustedes ya conocen al presidente de la Junta y a mí misma. Las situaciones de crisis, por muy duras que sean, no nos pueden hacer perder de vista las cosas importantes, hay que mirar siempre a largo plazo y la educación es un faro claro. Vamos a buscar cómo de la mejor manera posible sustentamos la inversión. Estoy abierta a las fórmulas de colaboración público-privada.

P. ¿A qué esperan las cajas para la fusión?

R. Las cajas andaluzas gozan de bastante prestigio y estarán reflexionando. El decreto del Fondo de Reestructuración Bancaria deja muy diáfano el marco en el que se tienen que mover a medio plazo.

P. ¿Mantiene la idea de una gran caja?

R. Lo hemos dicho con total claridad. Nos gustaría tener un músculo financiero más poderoso a través de fórmulas de cooperación. Yo se lo he planteado a las cajas tanto en reuniones individuales como con todo el colectivo. En las próximas semanas hablarán y dirán cuál es su idea.

P. Es curioso que los consejos de administración en los que están sentados los partidos es el único ámbito donde no existe la disciplina de partido.

R. Bueno, lo que hay es disciplina de entidad financiera.

P. ¿Hay pacto entre PSOE y PP para esa fusión múltiple?

R. Lo que tenemos claro es que se alíen de una u otra manera. Eso lo apoya el PSOE y tengo la impresión que el PP.

P. ¿Le preocupa la situación de Cajasur?

R. No me preocupa en estos momentos ninguna caja.

P. Pues es el farolillo rojo en todas las clasificaciones.

R. Ha mejorado su situación de solvencia y de mora en este tiempo. Tiene una gran base social en Córdoba. Todo el mundo conoce las clasificaciones de solvencia y morosidad que publican los órganos reguladores y, obviamente, la mejor se llama Unicaja. Pero el resto va mejorando.

P. ¿Cajasur va a tener que ir al Fondo de Rescate?

R. Todas están en buena situación. Es cierto que lo que dice el Banco de España y lo que venimos diciendo todos es que tienen que pensar en el medio y largo plazo. El sector de cajas tiene que ganar tamaño. ¿Qué espero yo? Que en las próximas semanas hablen las cajas de Andalucía. Caja de Jaén lo ha dicho, algo que he valorado como una posición inteligente.

P. Pero ese paso de Caja de Jaén no es creíble si no implica otro movimiento de pieza mayor. Esa caja es un bocadito.

R. Vamos a tener confianza en los directivos para que planteen los movimientos que más interesen en Andalucía.

P. Usted como consejera sabe que hay conversaciones de una caja andaluza con otras de fuera. ¿Qué opina de la fusión de Cajasol con las extremeñas?

R. Cuando me lo planteen opinaré. Lo que la consejera sabe es que nuestras entidades son buenas, que están estupendamente bien gestionadas, que están pensando qué van a hacer, cómo se van a adecuar a los nuevos tiempos y tienen la máxima confianza para que propongan soluciones en relación con Andalucía. Lo que les hemos dicho es que la solución que ellos busquen sea en clave andaluza.

P. ¿Autorizaría que una caja de fuera se coma a Cajasur?

R. No queremos que haya planteamientos que vengan de fuera sin que se haya analizado primero lo que es Andalucía. ¿Por qué tengo que ser yo la que tenga que decirles lo que tiene que hacer? Que sean ellas las que analicen, pensando en Andalucía, cuál es la solución que tienen que adoptar. Espero que en las próximas semanas digan cuál es su idea.

P. El numantinismo de algunas cajas, como la de Granada, con el Pacto de Saray

[un acuerdo entre partidos, sindicatos y empresarios granadinos en contra de fusiones] ¿es posible mantenerlo hoy en día?

R. El mundo en estos tres años está generando nuevas realidades. La situación económica está obligando a todos los sectores a fijar cuáles son sus ventajas competitivas ante el futuro. Hablarme del Pacto de Saray que es ya para mí, por muy importante que sea, muy anterior a la bomba atómica de Lehman Brothers, es algo que no puede ser argumentado al día de hoy.

P. Unicaja a partir de mediados de agosto inicia su renovación. ¿Le preocupa que alguien como Braulio Medel no participe en lo que se avecina?

R. Probablemente las entidades financieras planteen cambios en este momento de bastante terremoto... Sí me preocupa que haya una persona con la experiencia que tiene Braulio Medel que tuviera que desaparecer, pero, bueno, si tiene que desaparecer en otro punto nos ayudará.