Málaga elimina el 'botellón' de forma definitiva
El botellón en Málaga llega a su fin. Tres años después de que el Ayuntamiento de Málaga habilitase un botellódromo en el Paseo de los Curas empujado por la ley antibotellón de la Junta de 2006, ayer se acordó en la Junta de Gobierno Local la supresión de este recinto en el que cada fin de semana se congregaban unos 2.000 jóvenes para beber.
Desde este lunes queda totalmente prohibida esta práctica en la vía pública, sumándose Málaga a otras capitales en las que el botellón está prohibido desde hace años, como Sevilla, Cádiz, Madrid, Bilbao o Valencia. Como compensación, el Ayuntamiento y los hosteleros han llegado a un acuerdo para que los bares del centro histórico rebajen el precio de las copas en torno al 50%.
La portavoz del equipo de Gobierno del PP, Carolina España, justificó esta decisión alegando que las obras de transformación del Puerto de Málaga obligan a dejar libre el Paseo de los Curas de inmediato. A esto se une la imposibilidad de encontrar una zona alternativa efectiva para el botellódromo.
Sin alternativas
El área de Juventud realizó un estudio para encontrar otro emplazamiento adecuado e incluso sondeó a los jóvenes para que eligiesen una nueva ubicación. La búsqueda resultó infructuosa por la negativa de los jóvenes a salir de las calles del centro.
"En esta zona no existe una alternativa posible porque acarrearía molestias a los vecinos y sacar este recinto del centro es un peligro para ellos en materia de seguridad y tráfico", señaló ayer Mario Cortés, responsable del área de Juventud.
La decisión del Ayuntamiento no agradó a los grupos de la oposición por "unilateral". La portavoz adjunta del grupo municipal socialista, Mariluz Reguero, acusó al PP de no saber dar una "solución eficaz" a este fenómeno durante los últimos años. La práctica costaba a las arcas municipales en torno a los 12.000 euros cada fin de semana en seguridad y limpieza. Según los socialistas, ese dinero podría haberse destinado a reforzar los planes de ocio, culturales y deportivos alternativos a la movida.
Los vecinos del centro histórico temen que el cierre del botellódromo origine más botellones. En 2008 1.357 jóvenes fueron multados con 300 euros por hacer botellón en las calles del centro.
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