Profesionalidad, apertura y juego limpio

Una demostración de "buen talante" y una "predisposición a hacer las cosas bien y a aceptar al personal de la casa" vieron ayer en el discurso de presentación de Alberto Surio ante la plantilla de EITB un técnico y una comercial del ente público. "Aceptable, respetuoso", señaló otra trabajadora de la casa. "Habrá que ver", sonreían escépticas unas jóvenes redactoras. "Correcto, sin más", apuntó una más.

Surio, que se dirigió, compañado por su equipo directivo, a la plantilla reunida en la sede central del ente público, en Bilbao, recibió un cortés aplauso al acabar una exposición de intenciones en que trató, sobre todo, de mostrar su confianza en la profesionalidad de la plantilla y recabarla para su equipo. "Tenemos los despachos abiertos y mi disposición personal a la escucha de vuestras inquietudes desde el juego limpio. Sinceridad, respeto y lealtad recíproca", pidió a los presentes.

El nuevo director general indicó que su apuesta por la profesionalidad arranca de la premisa de que ya existe. "No partimos de cero", reconoció, y el reto del nuevo equipo pasa por "transmitir ilusión, no impartir lecciones a nadie". El trabajo en una radiotelevisión pública se mira "con lupa", más aún "en un escenario convulso y complejo como el vasco", y en ocasiones se le somete a "la incomprensión y el reproche injusto". Por ello, y frente a "la descalificación hiriente", reivindicó "el sentido de la proporcion, incluso en la crítica democrática a la que todos estamos sometidos cuando cometemos errores".

Su equipo, comprometió, "no viene a romper nada ni a hacer tabla rasa", pero reclamó su derecho a "abrir una nueva etapa" sin que ello genere "conflictos innecesarios". "Los cambios forman parte de la naturaleza de cualquier proyecto humano y de cualquier proyecto profesional en una sociedad democrática", argumentó.

Surio agradeció "de corazón" la labor del equipo saliente, a cuyos integrantes citó uno a uno, y se declaró consciente de que una parte de la plantilla alberga expectación, otra escepticismo y otra recelo. "Somos prudentes, somos humildes y tenemos un gran sentido de responsabilidad y de compromiso con el país", abundó. "Flexibilidad, generosidad y apertura, una mente abierta que rompa prejuicios, estereotipos y etiquetas preconcebidas" serán, junto con "la comprensión y el tiempo", los ingredientes imprescindibles.

El nuevo director nombró a los periodistas asesinados por ETA y recordó a quienes trabajan amenazados y escoltados, sin olvidar el ataque a la propia EITB la pasada Nochevieja. "Esa vergüenza enquistada en el corazón de Europa", denominó el acoso terrorista.