Una ETA acosada vuelve a matar

Una ETA más acosada que nunca en sus 40 años de existencia y con su cúpula desorientada por los reiterados golpes policiales volvió a matar ayer. Lo hizo sólo 40 días después de que el lehendakari socialista Patxi López abriera, con su elección, una nueva etapa en el País Vasco. Terroristas presumiblemente no fichados, según fuentes de la lucha antiterrorista, asesinaron a primera hora de la mañana con una bomba lapa al inspector de policía Eduardo Antonio Puelles García, de 49 años (20 de ellos dedicados a la lucha antiterrorista), casado y con dos hijos. Los asesinos adosaron el explosivo en los bajos de su vehículo, que tenía matrícula reservada. A las nueve de la mañana, el agente recogió su coche aparcado en una calle del municipio de Arrigorriaga, que linda con Bilbao, y la bomba estalló causándole la muerte.

"Ellos nos han enseñado el camino del dolor, nosotros les vamos a enseñar el camino de la cárcel", afirmó el lehendakari López, acompañado por el consejero de Interior, Rodolfo Ares. La clase política reaccionó unida contra el crimen, que llega seis meses después del último atentado mortal de ETA (contra el empresario Ignacio Uria, constructor participante en el trazado de alta velocidad en Euskadi).

El líder de la izquierda radical abertzale Arnaldo Otegi evitó hacer declaraciones, pero representantes de esa opción política difundieron una nota que, sin condenar el asesinato, reclamaba "diálogo para lograr un escenario de paz que supere todas las expresiones de violencia". Los partidos democráticos quieren llenar hoy las calles de Bilbao a las seis de la tarde en una manifestación bajo el lema Por la libertad, ETA no. Páginas 12 a 18 Editorial en la página 34