Una obra en constante revisión
La figura de Rimbaud ha suscitado interés en España desde principios del pasado siglo. A las numerosas traducciones de su obra poética, que siguen sumándose año tras año a los catálogos de las editoriales, y de las que pueden señalarse las de Miguel Casado y Eduardo Moga en DVD Ediciones o las de Julia Escobar en Alianza, se han ido añadiendo traducciones de biografías, como la celebrada pero anticuada de Enid Starkie (Siruela) o la más reciente de Graham Robb (Tusquets). En esta materia, se echan de menos títulos ineludibles como las biografías de Pierre Petitfils o Jean-Jacques Lefrère. En 2002, el "rimbaldiano" Gonzalo Armero le dedicó un número monográfico de su revista Poesía (Vida y hechos de Arthur Rimbaud, TF Editores), donde entre poemas, cartas, testimonios y otros materiales daba a conocer la iconografía. También cabe destacar ensayos interesantes, como Rimbaud el hijo de Pierre Michon (Anagrama) o un imprescindible Rimbaud y nosotros de Pere Gimferrer (Residencia de Estudiantes). La publicación de las Cartas completas por Barril & Barral viene a arrojar una nueva luz sobre Rimbaud, a pesar de hallarse en una edición descuidada en cuanto a traducción y corrección y de criterios editoriales discutibles (como partir de ediciones obsoletas de la correspondencia, no incluir los poemas de Rimbaud en cartas de las que son su principal fundamento o relegar al apéndice las epístolas al ingeniero Ilg). En Francia, las ediciones de su vida, su obra y sus cartas se han ido sucediendo ininterrumpidamente a lo largo del último siglo. Rimbaud ha subido tres veces al Olimpo de la literatura francesa, La Pléiade, donde figura desde 1946 y que acaba de sacar una tercera edición de sus obras completas a cargo de André Guyaux. Hace un año Jean-Jacques Lefrère ofreció una magnífica edición de su correspondencia, con alguna carta inédita, manuscritos minuciosamente cotejados y que incluye un nutrido telón de fondo compuesto por las cartas que recibió Rimbaud y otros documentos, artículos, anuncios de prensa, informes de la policía, etcétera. Combinando múltiples ángulos de visión, se ha conformado una visión caleidoscópica del "hombre de las suelas de viento", cuya esencia parece aun así inasible.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.