Nadal no dobla la rodilla

Acelera la cuenta atrás hacia Wimbledon, que arranca el lunes, y el campeón no termina de ponerse en marcha: Rafael Nadal jugó ayer en la exhibición de Hurlingham su primer partido desde que fue eliminado en Roland Garros y anunció que la tendinitis de inserción y el edema óseo que sufre en las rodillas ponen en peligro su participación en Wimbledon. Han pasado 18 días desde entonces; días de descanso primero; de duro trabajo en la pista, la piscina y el gimnasio después; y el campeón sigue dudando.

Antes del encuentro de ayer, Nadal llamó por teléfono al doctor Cotorro, su médico personal, para comentarle sus dolores, ahora influidos "porque ha tenido que cambiar los apoyos para jugar sobre hierba". Luego, salió a la pista, jugó sin protección alguna en las rodillas, perdió (6-4 y 6-3) ante el australiano Lleyton Hewitt y dejó todas las decisiones para hoy.

"Los distintos tratamientos no son suficiente", reconoce Toni, su entrenador

El mallorquín, que ayer por la noche tenía pendiente volver a hablar con su médico, con el que ha comentado diariamente la evolución de sus dolores, jugará hoy un nuevo partido de exhibición ante el suizo Wawrinka y luego decidirá si disputa Wimbledon o no.

"Fue una prueba real, lo más real posible", declaró el número uno del mundo, que tiene 23 años, en su página oficial, como queriendo confirmar que ese tenista que jugó era él, aunque no se le pareciera. Nada más conocerse la renuncia del mallorquín a jugar el torneo de Queen's, torneo sobre hierba con el que normalmente preparaba Wimbledon, Toni Nadal, su tío y entrenador, explicó a este diario cómo afecta la lesión a su pupilo: "Juega sin flexionar para no forzar, pero así no se puede competir".

Ayer, tras la exhibición, repitió ese argumentó y añadió un nuevo detalle. "Rafa está teniendo dificultades para doblar las rodillas y parece que los distintos tratamientos no son suficiente", le dijo a Reuters.

Nadal llegó el martes a Londres, acompañado de los antiinflamatorios y las máquinas de magnetoterapia, fisioterapia y mesoterapia que le deben ayudar a superar sus dolencias. El trabajo de Rafael Maymo, su fisioterapeuta, con el que vuelve a alojarse en la misma casa que ocupó el año pasado, bien cerquita del club, siguió siendo "diario", según explicaron desde su equipo.

Pasó ese día y el siguiente junto a su amigo Tomeu Salvá, entrenándose tres horas sobre la hierba del Aorangi Park, las pistas de prácticas de Wimbledon. Y ninguna de esas sesiones de entrenamiento, sin embargo, tuvo el sello de intensidad que distingue al número uno. En ese contexto de tensión máxima, Nadal decidió jugar la exhibición de ayer, que organiza la agencia que le representa. El partido nunca estuvo oficialmente en su calendario. Su equipo manejó en público una sola opción durante la semana. Jugar el viernes. Decidir el viernes. Hoy es el día. Un partido decide si Nadal defiende su título y el número uno.