Un viaje musical para conocer la discapacidad
León Gieco presenta en Madrid su documental 'Mundo alas'
En un momento de Mundo alas, el cantante Maxi Lemos le acerca con pulso tembloroso un bocado de comida a Pancho Chévez, con el que intercambia una mirada de complicidad inmensa. Unas escenas más tarde, si la mirada no se nos ha empañado con la emoción, nos reencontraremos con ellos y sus amigos disfrutando del sol primaveral en una barquichuela. Alguien les sugiere que cierren los ojos y piensen por un momento qué palabra les viene a la cabeza. Maxi alza la vista, esboza una sonrisa lindísima y confiesa: "¡Felicidad!".
Parecen dos detalles irrelevantes, pero qué va. Lemos arrastra una parálisis cerebral, no puede leer ni escribir y se expresa con dificultades, pero pídanle que cante y verán lo que es bueno. Chévez nació sin brazos ni piernas y lo abandonaron en una cuneta a los pocos días. Entre sus amigos figuran la cantante invidente Carina Spina, el guitarrista Alejandro Davio (17 operaciones por hidrocefalia), la compañía de tango danza Amar, que integran chavales con síndrome de Down, o Demián Frontera, al que la silla de ruedas no le ha privado de ser bailarín. Todos ellos salieron de gira por Argentina junto al cantautor León Gieco y protagonizan Mundo alas, un documental emocionantísimo (o una road movie musical) que anoche vivió su estreno europeo en la sala Palafox, dentro de Argencine 2009.
"Me han enseñado a ser mucho mejor persona", dice el autor
Situémonos. Gieco tiene 57 años, dos docenas de discos y figura entre los dioses paganos de la Argentina, aunque por aquí apenas le conozcamos como el autor de Sólo le pido a Dios, canción famosísima en boca de Ana Belén. Conoció a Pancho, el hombre sin piernas ni brazos, por casualidad: de tanto verlo en primera fila de sus conciertos, voceando todo el repertorio sin desmayo. Y se interesó por el tema de los discapacitados. "Yo no sabía nada sobre ellos", se sincera en su hotel madrileño, "pero ahora no podría prescindir de este mundo. Me han descubierto la inocencia, el desinterés, la no especulación. Me han enseñado a ser mucho mejor persona".
León embarcó en la aventura a dos jóvenes realizadores, Fernando Molnar y Sebastián Schindel, para inmortalizar esta gira en un flamante autobús rosa de dos pisos. "No sabíamos si necesitaríamos enfermero, médico o psicólogo", admite Schindel. "Al final nos lanzamos solos a la aventura y no hizo falta nadie más. Fue un viaje maravilloso durante el que nos convertimos en una familia rodante". Y Molnar tercia: "En Argentina somos unos ignorantes respecto a la discapacidad. Volteamos la cabeza si nos cruzamos con alguien sin brazos. Esta película nos sirvió para destaparnos los ojos".
Mundo alas pronto conocerá una versión discográfica y en DVD. En España aún carece de distribución, pero Gieco aprovechará su concierto en la Joy Eslava, el 7 de julio, para proyectar algunos fragmentos. Buena ocasión para reencontrarse con la mirada guasona de Pancho y esa sonrisa de Maxi tan pletórica. Tan indisimuladamente feliz.
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