El PP impide evaluar la gestión privada de la sanidad
Los populares vetan la creación de unobservatorio que supervise el sistema
Cinco meses y casi 40 sesiones, algunas de mañana y tarde, en las que comparecieron 73 expertos en sanidad. Ha sido la comisión monográfica más larga y con más intervenciones desde que Esperanza Aguirre manda en la Asamblea de Madrid (2003). Fue sobre la sanidad. Los expertos que han participado coinciden en que todavía no se ha evaluado si la gestión privada reporta algún beneficio.
La comisión sobre la sanidad empezó en noviembre, después de que el líder de los socialistas, Tomás Gómez, mostrase su preocupación por "el deterioro que atraviesa la sanidad madrileña". Una vez finalizado el desfile de expertos, cuatro comunidades, Andalucía, Asturias, Castilla-La Mancha y Cataluña, se han interesado por sus conclusiones: una férrea defensa de la colaboración entre el sector público y privado. El diputado Lucas Fernández, responsable de Sanidad del grupo socialista, asegura que estas autonomías han seguido "la evolución" de la comisión y ahora han reclamado "las resoluciones y el voto particular" de su grupo. La razón, explica, es que se trata del estudio más amplio sobre gestión sanitaria elaborado en España.
Cuatro regiones se han interesado por los resultados de la comisión
El consejero de Sanidad, Juan José Güemes, propuso enviar todo el material a la comisión del Pacto por la Sanidad del Congreso de los Diputados. Por la Asamblea pasaron académicos, gestores de la sanidad pública y privada... Mucho trabajo, pero poco visible. Se finiquitó con unas conclusiones de dos páginas y media -las del PP, que hizo valer su mayoría- y un mini debate de una hora escasa, en el último pleno.
Los populares eliminaron de las conclusiones una propuesta que habían planteado ellos mismos: crear una comisión permanente para evaluar la calidad en todos los hospitales. Funcionaría como un observatorio, en el que comparecerían los responsables de los centros sanitarios. Varios expertos aportan su opinión al debate sobre si es beneficiosa la gestión privada de la sanidad:
- Guillermo Sierra, ex presidente de la Organización Médica Colegial.
"Desconozco las razones científicas que avalan la eficiencia de esta forma de gestión [privada] frente a los de gestión directa pública. Si existieran y se pudiera demostrar su eficiencia, las aceptaríamos todos. Dudo de que sean mejores. No tengo evidencia de que hayan reducido la burocracia ni hayan aumentado la productividad, ni la eficiencia, ni la calidad".
- Juan José Cañas, ex director de gestión del Severo Ochoa. "Los nuevos modelos no están suficientemente evaluados". "En la pequeña experiencia que ha habido, en Alzira, hubo problemas y tuvo que acudir el sector público a rescatar la concesión, a revisar los precios y a entregar también la atención primaria. No quiero ni pensar si hay un fracaso de siete hospitales. La Administración tendría que ir a recuperar y a salvar un modelo que no está testado".
- Guillem López Casasnovas, Catedrático de Economía de la Universidad Pompeu Fabra. "Estaría bien que hubiera un mayor control. Esto lo hemos hecho en época de vacas gordas, cuando todo iba bien, y puede que en vacas flacas se produzca cierta simetría. No hay garantías cuando se entra en este tipo de licitaciones como para asegurar que las cláusulas de la concesión no van a tener revisiones en el futuro".- Javier Murillo. Consejero delegado de Adeslas. "No se sabe muy bien cuáles son las iniciativas que verdaderamente funcionan y cuáles no; muchas de ellas no se han evaluado con suficiente profundidad y hay mucha confusión entre lo que puede o no puede servir. Yo creo que sería muy bueno contar con un observatorio independiente".
- Mark Britnell, director general del Sistema Nacional de Salud británico. "Nosotros lo que pretendemos es estimular la oferta; es decir, estimular a los prestadores de servicios, obligándoles a ser más competitivos, lograr que a quienes les compramos los servicios sean más eficientes, y poder ofrecer, además, la libertad de elegir a la población británica, que es lo que ellos quieren".
- José Ramón Repullo, jefe del Departamento de Planificación de la Escuela Nacional de Sanidad del Instituto Carlos III. "La quiebra de una entidad privada que administra un servicio público en régimen de monopolio territorial supone un riesgo político inasumible, como se demuestra en las tres crisis de la Fundación Jiménez Díaz desde 1983, que llevó al rápido rescate con dinero público. Jugar esta baza es muy arriesgado, y el riesgo crece exponencialmente cuando la población externalizada de la asistencia pública rebasa un dintel razonable".
- Enrique Moreno, presidente del Consejo Superior de Sanidad de la Comunidad de Madrid. "Valoramos positivamente la aplicación de nuevas fórmulas de gestión a la sanidad, cuyo exponente más claro es la puesta en funcionamiento de ocho hospitales nuevos en la Comunidad de Madrid, y apoyamos el fortalecimiento de los grandes hospitales de referencia como centros destinados a procesos e intervenciones de gran complejidad y destinados a la excelencia investigadora en el campo científico médico y docente".
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