Nadie está a salvo de la tijera

La ficción, más cara de producir que otros géneros, vive horas bajas en las parrillas televisivas de EE UU (y por tanto, del mundo entero). Muchas se han cancelado y aquellas producciones que, de momento, están en terreno seguro, se han visto obligadas a acometer recortes y a aportar originalidad para reducir presupuesto.

Sucede incluso en las series más exitosas, como Mujeres desesperadas, que a pesar de su pérdida de audiencia sigue siendo lo más visto los domingos por la noche, con 15 millones de espectadores de media. Pero había que despedir a una actriz. Y la más odiada se llevó el premio: la explosiva Edie Britt (Nicolette Sheridan). Los guionistas quisieron que se marchara tal y como llegó: con mordacidad y ganas de llamar la atención, estrellando su coche contra un poste de la luz y suscitando la atención de sus vecinas. A gritos.

Se han cancelado 'Sin rastro', 'Dirty sexy money' y 'Pushing daisies'

Fuera de pantalla, la actriz ha seguido dando guerra. En una entrevista con la revista TV Guide dejó entrever que hubo algunas luchas intestinas en la productora que acabaron con su personaje. "Alguien ahí arriba quiso que muriera. Creo que quien fuera que Edie representaba en la vida de Marc

[Cherry, guionista de la serie] era alguien que a él no le gustaba. Y tiene serios problemas a la hora de distinguir ficción y realidad".

La diferencia entre ficción y realidad es también grande en la nueva serie Mental, estrenada el pasado 26 de mayo en EE UU y el 9 de junio en el resto del mundo. Producida por Fox Internacional, está ambientada en Los Ángeles pero rodada íntegramente en Colombia, donde los gastos de producción son muy inferiores. Sus tres primeros capítulos en EE UU han logrado cinco millones de espectadores. La fuga de series como ésta inquieta a los ejecutivos de Hollywood. Entre 2004 y 2005 se rodaron en Los Ángeles 101 pilotos, según la organización privada FilmLA. Esta temporada no se han superado los 59.

Algunas series se han visto canceladas en sus cadenas originales, y otras emisoras han decidido rescatarlas para revivirlas. Ha sucedido con Medium, un galardonado drama parapsicológico que NBC canceló por baja audiencia -un 8% de cuota- y que CBS ha decidido comprar y emitir la próxima temporada.

Otros títulos han acabado también de forma abrupta y, además, sorprendiendo a sus propios protagonistas. Como Sin rastro, que ya ha cumplido siete temporadas en CBS. Su actor principal, Anthony LaPaglia, estaba en mayo en Madrid cuando supo que la cadena retiraba la serie de la parrilla, a pesar de ser uno de los éxitos de emisión y colarse ocasionalmente en la lista de los 10 programas más vistos de la semana. LaPaglia reveló entonces a EL PAÍS, que los actores se habían bajado el sueldo. Enfadado, dijo que creía que la cadena CBS "tenía la decisión tomada desde hace meses".

Así es la nueva temporada televisiva: caótica y llena de tropiezos imprevistos. Han caído series míticas, como Battlestar Galactica, que se despidió en marzo tras cuatro temporadas en Sci-Fi. ABC ha decidido prescindir de Pushing daisies en junio; Eli Stone en julio y Dirty sexy money en agosto. Ninguna serie está segura. Tampoco las consagradas.