Al volante de la cuarta caja española
Dicen que juega al tenis y es aficionado a los deportes náuticos, pero, sobre todo, que busca a sus amigos de siempre los fines de semana para jugar al dominó. Eso cuando sus obligaciones empresariales se lo permiten. Modesto Crespo (Elche, 1943) fue elegido este lunes presidente de
Caja Mediterráneo (CAM) en sustitución de Vicente Sala, que tras once años no ha podido seguir al frente de la cuarta caja española al cumplir los 70 años de límite que marca la ley para ocupar el cargo. Crespo dejó claro que su nueva responsabilidad le va a exigir a partir de ahora toda su dedicación. Por eso, el mismo día de su nombramiento dimitió de sus otras obligaciones empresariales. El empresario ilicitano era desde 2002 presidente de la Institución Ferial Alicantina (IFA), entidad que durante su etapa salió de los números rojos, y en junio de 2006 tomó también las riendas de la patronal de la provincia (Coepa). Lo que sí mantiene es la presidencia del patronato del Misteri d'Elx, la representación oral más antigua que se conserva de un drama sacro-lírico medieval y que Crespo ha seguido desde joven. La música religiosa, agrega un colaborador suyo, es otra de sus grandes aficiones.
Hombre de confianza de Camps y contrario a una fusión de la CAM con Bancaja
Su nombramiento como presidente de la CAM se tomó por unanimidad en el consejo de administración. Fue el único candidato en firme. El dirigente, que empezó su vida empresarial con la compra y venta de coches de segunda mano y se consolidó con un negocio, concesionario de Ford, que hoy dirigen sus dos hijos, llega a la presidencia en un momento muy intenso para el sector. La crisis económica ha puesto en el punto de mira a las cajas y las abocará en un futuro próximo a protagonizar procesos de reestructuración y fusiones. De momento, Crespo ya se ha pronunciado sobre una posible fusión entre CAM y Bancaja (una iniciativa que la Generalitat trató de animar en el pasado sin éxito), que él no considera conveniente.
Hombre de la confianza del presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, del PP, Crespo entró avalado por el ejecutivo valenciano en el consejo de la caja a principios de 2007. Su llegada a la entidad alicantina no fue un camino de rosas, ya que el proceso de renovación parcial de los órganos de gobierno se produjo en medio de un fuerte pulso entre los afines al presidente Camps, al sector llamado zaplanista (una parte del PP alicantino afín al ex presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana) y los socialistas. Tampoco le han faltado críticos en sus anteriores responsabilidades y, de hecho, en su etapa al frente de la patronal ha vivido constantes desencuentros con la federación alicantina del metal, de la que fue expulsado en 2004.
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