Los datos oficiales atribuyen la victoria a Ahmadineyad en Irán

Las elecciones presidenciales celebradas ayer en Irán desembocaron en una guerra de cifras entre el principal candidato opositor, el reformista Mir Hosein Musaví, que se proclamó vencedor de inmediato, y los medios oficiales otorgando poco después y con inusitada rapidez la victoria al actual mandatario, el ultraconservador Mahmud Ahmadineyad.

Con más del 61% de los votos escrutados, el Ministerio del Interior atribuía a primera hora de la madrugada una sorprendente victoria a Ahmadineyad con un 63,13% de los sufragios. Según los datos oficiales, Musaví habría obtenido sólo el 31,02% de los votos.

Nada más cerrarse los colegios electorales, el candidato reformista dio una conferencia de prensa para proclamar su victoria en primera vuelta con el 65% de los votos. La policía disolvió esta madrugada una concentración de centenares de seguidores de Musaví en las calles de Teherán que protestaban por lo que consideraban un fraude electoral. La promesa de cambio disparó la participación de los iraníes en estos comicios -alrededor del 80% del censo-, sobre todo de mujeres y jóvenes, lo que en un principio favorecía la candidatura de Musaví.

Los resultados finales deberán ser validados por el poderoso Consejo de Guardianes antes de ser definitivos.