La apuesta del pívot triplista
El bosnio Teletovic se afianza en el Tau con su solvencia desde el perímetro
"Si llega el momento, yo no tengo dudas a la hora de tomar decisiones", dice Mirza Teletovic (Mostar, 23 años), uno de los baluartes de la mecánica del Tau, que busca sentenciar en Vistalegre la semifinal de la ACB contra el Madrid (20.15, La 2). Y es que, poco a poco, el ala-pívot bosnio se ha abierto paso en el listado de responsabilidades de su equipo, donde Rakocevic, Splitter y Mickeal llevan el peso. Su capacidad para el lanzamiento exterior y su versatilidad le han afianzado en un bloque en el que cumple su tercera temporada. Es la misma seguridad con la que dejó atrás la amargura de la guerra en su país, ayudado por el refugio que suponía el baloncesto.
El jugador del TAU confía en la capacidad de su equipo. "Estamos jugando mejor que el Madrid", dice Teletovic, mientras su entrenador, Dusko Ivanovic, exige a su grupo que afronte la cita de hoy con la "mentalidad de que la serie se va a acabar en Madrid", a pesar de que el conjunto de Joan Plaza "es más agresivo ante su público".
Teletovic fue el guía de su equipo en la pasada edición de la Copa del Rey, en la que fue reconocido como mejor jugador del torneo. A partir de ahí, sobrevino un ligero bache, del que el jugador se considera recuperado. "Todos pasamos un mal momento a lo largo de la temporada", señala. Sin embargo, Teletovic ha recuperado el acierto en los triples, un apartado que empezó a trabajar de forma constante cuando aterrizó en Vitoria (una media de 41% en la temporada, 204 aciertos de 490 lanzamientos desde que llegó al Tau en 2006). "Es difícil luchar contra los pívots, así que tenía que destacarme en algo más, y así es como empecé a tirar triples". Ni en el Sloboda Dita Tuzla, el club bosnio en el que arrancó, ni en el Ostende belga, del que llegó al Tau en 2006, había probado desde la línea de 6,25 metros. Ivanovic ha dado continuidad a la confianza que le mostró Spahija y le negó Maljkovic.
Teletovic nació para el baloncesto con siete años, cuando la guerra de su país terminó de quebrar el frágil equilibrio étnico de los Balcanes. Responde a todas las cuestiones, pero prefiere concluir rápido con aquellas que atañen a la historia más trágica de Bosnia. "Cuando acaba una guerra y ves lo que ha pasado, siempre intentas ser mejor persona", asegura. Teletovic vivió los bombardeos junto al resto de su familia en el sótano de su casa, a 30 kilómetros del centro de Mostar.
"Como muchos niños, los padres querían que sus hijos practicasen algún deporte para olvidarse de lo que había ocurrido. A mí me ayudó mucho. Olvidar era difícil, pero el baloncesto me servía". Teletovic es optimista sobre el porvenir de su país. "Bosnia es un país pequeño, con problemas económicos, aunque existe una gran ilusión por el futuro y la entrada en la UE. Las cosas han mejorado, pero será difícil que la gente olvide lo que pasó", señala en alusión al conflicto bélico. No obstante, Teletovic defiende el entendimiento. Su mejor amigo hasta la temporada pasada en el Tau era Planinic, también de Mostar, pero de nacionalidad y sentimiento croata. Casado y a la espera de su primer hijo, Teletovic prefiere aparcar la NBA: "Soy joven. Aún es pronto para pensar en Estados Unidos. Tengo muchas cosas que aprender todavía en Europa".
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