Ortiz confía entregar las primeras llaves del plan Rabassa dentro de tres años

La tramitación del plan Rabassa, que prevé la construcción de 13.503 viviendas sobre 4,2 millones de metros en la periferia norte de Alicante y tramitado al margen del Plan General de Ordenación Urbana, ha concluido después de seis años. Superadas todas las trabas administrativas, el promotor de la macrourbanización, Enrique Ortiz, asegura: "Agilizaré todos los trámites para empezar cuanto antes".

El cálculo del contratista es que las obras de reparcelación comiencen a finales de este año, y que la entrega de las llaves de las primeras viviendas terminadas no se demore más allá de 2012. "Simultanearemos la urbanización y la construcción de las primeras viviendas de protección [8.047 del total del aforo]", aseveró Ortiz. El promotor cifró en unos 3.000 los puestos de trabajo que generará este macroproyecto. "Rabassa es necesario para reactivar la economía en Alicante", dijo.

El consejero de Urbanismo, José Ramón Garcia Antón, firmó la semana pasada la autorización definitiva al proyecto, una vez subnadas todas las deficiencias que se plantearon. Los reparos que planteaba la Generalitat hacían referencia a menos edificabilidad (se pasó de 15.000 a 13.503 viviendas) y mayor protección de las lagunas de Rabassa. La consejería exigía mejoras sobre carreteras, depuración de agua y construcción de una vía parque. El consejero, de visita ayer en Alicante, confirmó que las máquinas podrán empezar a trabajar "antes de final de año".

García Antón, preguntado ayer sobre la viabilidad económica de proyectar miles de viviendas en un momento de crisis en el sector de la construcción, y cuando acumula un importante número de pisos vacíos, recordó que es "fundamental que para cuando la crisis haya pasado haya suelo preparado para atender la demanda". Además, Antón destacó que la mayoría de casas serán de protección oficial.