Las inversiones de la cementera Molins disparan su deuda
Con la construcción residencial prácticamente aniquilada en España y el mercado del crédito semiseco, la cementera catalana Cementos Molins nada a contracorriente con un voluminoso plan de inversiones de 650 millones de euros para crecer que la está llevando a embarcarse en un proceso de endeudamiento nuevo para la compañía familiar.
Según admite el consejero delegado del grupo, Joan Molins, el endeudamiento de la empresa alcanzará los 500 millones de euros en el año 2011, cuando culmine su actual plan de inversiones, que supondrá, entre otros proyectos, reforzarse en México, Túnez y Bangladesh, además de poner en marcha un nuevo horno en Sant Vicenç dels Horts el año próximo. Esta cuantía supone más del doble de su deuda financiera actual, que en 2008 alcanzó los 197 millones, tras haberse disparado ya el 40,6% respecto del año anterior.
"Crecemos porque es lo que creemos que nos toca hacer y no contemplamos problemas por la deuda. Hemos estado renegociando con los bancos convertir deuda a corto plazo en deuda a largo", explicó el consejero delegado. La internacionalización es la apuesta del grupo ante el descalabro del consumo de cemento en España (el 24% en 2008). En relación con el resultado operativo bruto (Ebitda), Molins seguirá sin ser de las empresas del sector más endeudadas (la deuda será dos veces el Ebitda, frente a casos de cinco y seis veces).
