El sector primario perdió miles de granjas y 300.000 puestos de trabajo
Los precios a la baja amenazan 13.000 productores lácteos que quedan
Para los ganaderos, la entrada en la UE no ha sido ningún camino de rosas. Con el 56% de los productores, Galicia sólo comercializa el 38% de toda la leche española. El sector primario perdió en los primeros 20 años de integración más de 300.000 puestos de trabajo. Sólo en 2007, unos mil productores tiraron la toalla. Las ayudas de la Política Agraria Común (PAC) incentivaron una estrategia de intensificación: producir más en menos espacio y con menos mano de obra. "Pasamos de 70.000 explotaciones a 13.000, pero producimos más del doble", explica Roberto García, secretario de Unións Agrarias.
El campo se modernizó, pero no lo suficiente: el rendimiento medio es inferior al nacional debido a la escasa dimensión territorial de las granjas. En sus inicios, el sistema de cuotas garantizó unos precios relativamente altos, pero supuso la cesión de una parte del mercado español, que ganaron los ganaderos europeos excedentarios. Los autónomos se endeudaron para comprar cuota. Se cometieron errores, como el ocultamiento de las cifras reales de producción. Apareció la leche negra y se pagaron las consecuencias de las malas prácticas.
El litro de leche se está llegando a pagar a 17 céntimos al ganadero
"Cualquier proceso al margen de la UE habría sido menos sangriento, pero también menos acelerado. El sacrificio en explotaciones fue enorme, pero nos modernizamos". García reconoce que la situación actual puede tener un desenlace nefasto: "Francia produce más de lo que consume y busca mercados. Nosotros tenemos que hacer lo mismo, defender nuestro mercado con leche de calidad. Eso se consigue con una alianza entre productores e industrias. Pero las industrias no pueden ser meras envasadoras". No parece fácil. Lidia Senra, una histórica del sindicalismo agrario, recuerda que los precios del litro de leche se están acercando a los 17 céntimos en muchas explotaciones. Para ella el problema se ha agravado por culpa de la aprobación, en 2008, de la progresiva liberalización del mercado y por el aumento de la cuota europea de un 1% anual hasta el desmantelamiento definitivo del control de Bruselas, en el año 2015. "Esto provocó la inundación de leche en el mercado". Pide que se garanticen unos precios mínimos que cubran costes, todo lo contrario a lo que piensa la comisaria de agricultura, Mariann Fischer.
Mientras, la destrucción de empleo se hace patente con el ERE de la planta de Pascual en Outeiro de Rei o la amenaza de Leite Río de irse de Galicia.
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