Educación frena el plan para unir niños de cursos distintos
El primer enfrentamiento entre los sindicatos y la nueva Consellería de Educación se zanjó ayer con un acuerdo. Tras varios días de tensiones, CIG, CC OO, UGT, ANPE y STEG pactarán el próximo 9 de junio los criterios "para supuestos agrupamientos" de alumnos en Infantil y Primaria, que se llevarán a cabo sólo "en los casos que sean necesarios".
El origen del conflicto es una circular que la Dirección Xeral de Centros y Recursos Humanos remitió a la Inspección Educativa para agrupar en una misma clase a alumnos de distintos cursos del mismo ciclo siempre que el número de estudiantes sea inferior o igual a 20 en Educación Infantil, o a 15 en el caso de Primaria. Los sindicatos interpretaron el documento como una estrategia de la consellería para "reducir plantillas [hasta 244 profesores, según CIG] y rebajar la calidad de la enseñanza". Incluso 100 centros de Infantil y Primaria remitieron escritos promovidos por la central nacionalista a Educación en los que rechazaban la medida.
La Xunta pactará con los sindicatos la reagrupación en Infantil y Primaria
Pero ayer, cuatro días después de que las centrales abandonaran la Mesa Sectorial do Ensino Non Universitario por considerar "intransigente" la posición de la consellería, sindicatos y Educación firmaron la paz. Consensuaron un documento que explicita que el fin de la circular es "recopilar datos sin pretensión de aplicación" y que "los criterios a tener en cuenta para supuestos agrupamientos se negociarán con la Mesa Sectorial".
CIG-Ensino considera que la circular está "retirada" y "desactivada". Su secretario general, Anxo Louzao, aclaró además que los agrupamientos deben ser "excepcionales". El responsable de Ensino Público de Comisiones Obreras, José Fuentes, recordó que el documento afectaba "fundamentalmente a núcleos de Lugo y Ourense" por tratarse de zonas rurales, con pocos alumnos. CC OO propone pactar los criterios para la reagrupación a partir de un texto orientativo de la Consellería de Educación datado en 2003 que establece la "posibilidad" de juntar a alumnos en casos concretos y con un tope de 16 estudiantes por clase.
El presidente de ANPE, Julio Díaz, abogó por negociar unos criterios "suficientemente flexibles" porque, en su opinión, "lo que vale para un centro no vale para otro".
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