_
_
_
_
_
Reportaje:

Dulce 'revival' bajo techo

El Deportivo puede revalidar su título de campeón en la Liga de Fútbol Indoor

En Europa le llaman fútbol indoor, en América showbol, un híbrido bajo techo sobre una moqueta verde que empieza a hacer fortuna en España con una competición que agrupa a futbolistas profesionales retirados. Un pasatiempo para veteranos, podría intuirse, pero cualquier prevención anticipada se desmiente al presenciar un partido. Hay pasión, tensión y piques, algún kilo de más y, lo más importante, expectación: más de 5.000 personas se congregaron el pasado viernes en el vetusto Palacio de los Deportes de Riazor para ver cómo el Deportivo superaba al Real Madrid, un clásico sobre cualquier superficie.

Era un duelo en la cumbre. Una victoria merengue les ponía el campeonato en la mano a falta de una jornada, pero el Dépor necesitaba ganar para mantener sus opciones y lo consiguió. Si el próximo día 29 supera al Barcelona, de nuevo en Riazor, revalidará el título logrado el año pasado y que refrendó con un doblete al alzar también la Copa del Rey. De nuevo, como no hace tanto tiempo, los blanquiazules miran a la cara de los dos grandes y la culpa es otra vez de esa magnifica generación de futbolistas que llevaron a la entidad a su cima deportiva.

No pueden llevar el escudo del club en el pecho por temor a una demanda
En dos años sólo han perdido un partido contra el Real Madrid (12-5)

Denostado por el club, que desde el diario que edita en los bajos de Riazor no ha dudado en tildarle de "capitán pesetero", Fran lidera al grupo. Al Madrid le marcó cuatro goles y se fue entre aclamaciones. Extremadamente competitivo, el talentoso zurdo de Ribeira lo deja todo sobre el tapiz verde. "Es una modalidad muy exigente", corrobora. En Sudamérica han determinado que cada equipo tenga seis jugadores; en la liga española juegan cinco, como si fuera fútbol-sala. "Pero no tiene nada que ver -advierte el capitán- porque las porterías son más grandes, el ritmo de juego es más elevado y se generan más ocasiones y más goles".

En dos años el Deportivo de fútbol indoor sólo ha perdido un partido. Fue al inicio de esta temporada, en la Supercopa. El Madrid le dio un buen repaso (12-5) y Fran extrajo conclusiones. "Llegamos sin prepararnos y fue un desastre", recuerda. Hace dos meses Djalminha cruzó el charco para incorporarse al grupo. Conoce el percal porque en Brasil tiene una empresa, junto al exmadridista Ricardo Rocha, que detenta los derechos del showbol. Hasta Maradona ha dado la bendición al invento y los duelos entre brasileños y argentinos han conseguido llenar el mítico Luna Park de Buenos Aires. Djalma jugó contra el Valencia en Riazor. Metió dos goles y estrelló cinco balones en los palos. Se fue asfixiado. "Cometí el error de viajar el mismo día del partido y la cabeza quería, pero las piernas no respondían", explica. Se le esperaba para estas dos últimas jornadas, pero no ha podido volver. Sí lo ha hecho Donato, algo más orondo que antaño tras unos meses como técnico en el Aris de Salónica, o Romero. "Sería muy importante que pudiese venir Quique", suspiraban Nando, Elduayen, Songo'o o Manjarín, antes del partido contra el Madrid.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Tantos años como secundario, el otrora lateral izquierdo saca fruto de la calidad de su zurda en espacios reducidos y es uno de los pilares del equipo, dirigido desde la banda por Arsenio y sostenido por la Asociación de Veteranos del Deportivo, un colectivo presidido por Manolete, mítico centrocampista que llegó a intenacional desde A Coruña en los primeros setenta. Hace un año, acudió al club para plantear la participación en la naciente competición bajo techo, abierta a aquellos equipos que al menos ganaron una vez la liga, y tratar de ir de la mano.

El Deportivo que llena el Palacio de los Deportes de Riazor no puede llevar el escudo del club en el pecho por temor a una posible demanda por parte del otro Deportivo, que hace años que se ha desentendido de sus veteranos. "No queremos entrar en guerra, está así montado", se resigna Manolete, que reivindica la labor del colectivo que comanda. "No sólo están futbolistas que han hecho dinero, sino que ayudamos a los que pasaron por el club hace 40 ó 50 años, en otro contexto, y que puedan tener alguna necesidad".

Antes se financiaban con bolos en pueblos, amistosos que cumplían la triple función de matar el gusanillo, curar la nostalgia de los espectadores y financiar la asociación. Pero con el fútbol indoor ha llegado un maná. La organización les da un fijo y Manolete asegura que tienen más ofertas de patrocinio de las que pueden atender. "El Dépor forma parte de mí, gran parte de lo que tengo se lo debo", concluye. Quizá lo entiendan también así la mayoría de los 5.000 que el viernes, mediada la segunda parte, desbordados por la pasión y los recuerdos, se desataron a voz en grito: "Cómo me voy a olvidar de que el Deportivo ganó la Liga, cómo me voy a olvidar si es lo mejor que me pasó en la vida..."

Donato sigue desde la banda el partido que enfrentó a Deportivo y Real Madrid el pasado viernes en A Coruña.
Donato sigue desde la banda el partido que enfrentó a Deportivo y Real Madrid el pasado viernes en A Coruña.GABRIEL TIZÓN

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_