La eterna pareja

Dijo Alex Ferguson en una entrevista reciente que lo más importante de un equipo es la calidad de los centrocampistas: "Si controlan el juego y mantienen el balón, siempre acabaremos teniendo ocasiones de gol. Además, la razón de los buenos resultados en la defensa es la conservación del balón durante largos periodos". "Ferguson tiene razón", afirma Rubén Baraja; "los medios son el corazón del equipo. La pelota irá mejor a la banda con buenos mediocentros, el equipo sufrirá menos y los defensas llegarán con mayor facilidad a intervenir en las jugadas".

Por méritos propios, antes, y por necesidades del guión, ahora, Baraja, de 33 años, es el medio inmortal del Valencia. Cómodo si juega con otro pivote defensivo al lado, como ocurrirá hoy ante el Villarreal, mucho más que cuando el técnico, Unai Emery, quiso disponer a tres en la medular, como ante el Atlético en el Calderón (1-0), un dibujo al que el equipo está poco acostumbrado. El vallisoletano llegó en la temporada 2000-2001 y desde entonces nadie le ha discutido el puesto con la suficiente autoridad. Tampoco ahora, cuando, pasados los 30 años, el físico nota tanto tiempo en la élite. Sobrevive también Albelda, de 31, su eterna pareja, a pesar del capítulo Ronald Koeman de la campaña pasada y pese a no estar en su mejor estado de forma. Sólo Marchena le cubre con garantías.

"Cuando están en buena forma, el equipo se equilibra", destaca Djukic

Baraja está harto de que le 'jubilen'. Este año lleva 27 partidos y tres goles en Liga

El Valencia comenzó la temporada con ocho mediocentros, incluido Marchena, que ha alternado su posición en el centro de la retaguardia con la de pivote defensivo, posición que seguramente ocupará hoy. Además: Albelda, Baraja, Edu, Fernandes y Maduro, que, a pesar de ser medio, ha jugado más como central. Sin olvidar a Banega, que se marchó cedido al Atlético, y a Hugo Viana, que no cuenta. Avanzó la temporada y el técnico sumó uno más: Míchel, del filial.

"En los últimos años, el Valencia no ha estado acertado. Se esperaba mucho más de los fichajes, pero, al final, los que llegaban no eran mejores que los mediocentros que ya había. Si Albelda y Baraja juegan es porque están mejor que los que no lo hacen", asegura Juan Sánchez.

"Cuando Albelda y Baraja están en buena forma, el Valencia es un equipo equilibrado. Pero es necesario que haya recambios. Marchena lo hace muy bien como pivote defensivo, pero el Valencia necesita a otro futbolista que haga jugar al equipo, que dé ideas, que sea más creativo", apunta un ex de la casa, Djukic.

Tuvo sus minutos Fernandes, pero se lesionó. "Físicamente, es muy fuerte; tiene un buen disparo, pero no es un jugador creativo, no sabe meter el último pase", añade el ex central. "Ha jugado en las dos posiciones, tanto de seis como de ocho; tiene unas características físicas y técnicas muy buenas. Aunque necesita regularidad y más minutos. Además, hay que darle tiempo para que coja su posición verdadera dentro del campo", tercia Baraja.

"Baraja y Albelda han funcionado de manera excepcional en los últimos años. Pero pasan de los 30. Hay que empezar a buscarles sustitutos, a incorporar gente joven, como Fernandes o Míchel", afirma otro ex, Milla.

Baraja, por su parte, está cansado de que intenten jubilarlo. Ha jugado 27 partidos en la Liga (1.785 minutos) y ha marcado tres goles; cuatro en la Copa del Rey, con un gol, y otros tantos en la de la UEFA, con otro gol. "Baraja y Albelda han sido tan buenos que no te cansas de verlos. A ningún entrenador le apetece lidiar con el problema de sentar a jugadores tan importantes", dice Álvaro Cervera. El vallisoletano responde: "A Baraja y Albelda los sentará su rendimiento, no un entrenador. No creo que un técnico ponga a un jugador 30 partidos si lo hace mal. El rendimiento de un futbolista es lo que le hace ser titular o suplente".

El pasado domingo, frente al Atlético, Baraja formó junto a Edu y Albelda un trivote que, en ausencia de Silva, no dio a Emery el resultado esperado. Dos semanas atrás, contra el Madrid, Mestalla había encontrado al mejor Baraja. El Valencia, con él, tuvo, además del balón, la profundidad que echó en falta en el Calderón. Y selló su actuación con un gol bellísimo y de una complejidad técnica elevada. Como aquel sábado, Emery pondrá hoy a Marchena y Baraja, el clásico doble pivote. El Madrigal acogerá un duelo vital para ambos equipos. Solo vale la victoria. Y el que la logre podrá discutirle al Atlético la cuarta plaza, la Champions, el futuro económico y deportivo para el club de Mestalla.