La Xunta eleva a 1.200 millones el "desfase" heredado del bipartito

Se cuidó muy mucho de hablar de "agujeros". En su primera gran cita en el Parlamento -a petición propia, como se encargó de recordar-, la conselleira de Facenda, Marta Fernández Currás, quiso mostrar un perfil técnico, alejado de la lucha partidista, muy acorde con su anterior puesto como interventora general de la Xunta. Presentó con asepsia los datos, pero subrayó que, según sus cuentas, el presupuesto del bipartito presenta un "tremendo desfase" que evaluó en 1.200 millones de euros, el doble del primer cálculo provisional que ofreció hace dos semanas el presidente, Alberto Núñez Feijóo, tras revelar por primera vez la existencia del "agujero".

La cifra representa casi el 10% en las cuentas que la Xunta de Touriño aprobó el pasado invierno y sale de sumar impuestos que, según el Ejecutivo entrante, ya no se ingresarán con la crisis y que suponen 320 millones; un anticipo a cuenta de la Administración por 273 miillones que el Gobierno de Feijóo ya no espera recibir, y 500 millones en partidas varias sin respaldo contable. De estas últimas, las "tensiones" más importantes, 380 millones, se han detectado en el Servizo Galego de Saúde.

Con este panorama, subrayó Fernández Currás, el nuevo Ejecutivo sólo dispondría de 487 millones para inversiones, menos de un tercio de los 1.520 millones que había proyectado el bipartito. Claro que Feijóo repite desde el primer Consello de la Xunta que el prespuesto tiene los días contados porque pronto se va a reorientar de acuerdo con sus previsiones económicas, que auguran un retroceso del 2,5% del PIB frente al 1,39% de crecimiento previsto por sus antecesores. La titular de Facenda evitó ayer explicar cómo y por ahí le vinieron los ataques de la oposición. "Ya no está usted como interventora", le espetó primero el ex conselleiro de Industria, el nacionalista Fernando Blanco. Ya como diputado raso, Blanco calificó de excusas para incumplir las promesas los argumentos del Gobierno. "En 45 días iba a solucionar la crisis, va un mes y ni siquiera ha completado el organigrama", censuró. De paso, advirtió que todas las consellerías "tienen crédito".

Otra ex conselleira, la socialista María José Caride, profundizó en la ofensiva. "Usted lo ha dejado claro, no hay agujero por ningún lado, digáselo al señor Feijóo, el unico burato está en su credibilidad". Y también aludió al pasado de Fernández Currás como supervisora de la contabilidad de la Administración, para recordarle las facturas impagadas por 300 millones que el bipartito encontró en el cajón. "Aquelló sí fue un agujero", aseveró.

También lamentó Caride que el nuevo Gobierno "dé por perdida la batalla de la financiación autonómica", renunciando al anticipo a cuenta del Ejecutivo central, y subrayó que a 31 de marzo ingresos y gastos estaban equilibrados. "Lo que hagan a partir de ahora es su responsabilidad". Cuando llegó su turno, el portavoz económico del PP, Pedro Puy, sí citó un "enorme agujero, nada menos que del 10%" en las cuentas públicas. Puy echó en falta fondos para la dependencia, para pagar peajes en la sombra y para comedores escolares. También arremetió contra el bipartito por no "haber agotado su capacidad de endeudamiento" en un año de crisis, como antes había hecho la responsable de Facenda.

Socialistas y nacionalistas aprovecharon para echárselo en cara a ambos. "Digánselo ustedes a Rajoy para que se entere de cómo salir de la crisis", concluyó Caride. Tras el turno de réplica, Fernández Currás empezó a explayarse con los adjetivos. "Irresponsabilidad, falta de control presupuestario, maniobras contables, gasto infinito"... "Se debe acabar con el despilfarro, ése es mi compromiso", se despidió.