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Reportaje:

La policía se presenta en el museo

El Marco expone 300 armas decomisadas por la Comisaría de Vigo

Lo habitual es que haya poco intercambio entre las páginas de sucesos y las noticias culturales pero la mezcla no es imposible, como prueba el ejercicio escolar que consiste en fragmentar los sintagmas de, por ejemplo, la crónica periodística de un accidente a la manera de la disposición tipográfica de los versos de un poema. El resultado siempre es sorprendente. Algo parecido ocurre con la nueva propuesta del Museo de Arte Contemporánea de Vigo (Marco), que pivota sobre un esfuerzo de ingenio que invita a ver con otros ojos, los del arte, el trabajo de la policía.

La mirada del público de un centro artístico de vanguardia como el Marco se topará, hasta el próximo domingo, con la exposición de unas trescientas armas decomisadas por agentes de la Comisaría de Vigo de la policía nacional en los últimos meses. Cualquier lector de periódicos o espectador televisivo está acostumbrado a ver la imagen de los alijos policiales, lo raro es exhibirlos en directo ante la audiencia. Esa visión casi familiar, por la frecuencia con la que se cuela en nuestras vidas a través de los medios, es la que el artífice de todo esto, el artista Santiago Sierra (Madrid, 1966), ha querido preservar.

"Hay gente que pierde el tiempo haciendo estas cosas", dice el agente
El bolígrafo, que parece de oro, guarda en su interior un cortante filo

Este maridaje insólito se debe "al interés de Sierra por establecer un paralelismo entre la manera en la que la autoridad policial coloca los objetos que interviene para ser fotografiados y la disposición de las obras de arte para ser exhibidas en un museo", explicó el director del Marco, Iñaki Martínez Antelo, quien recordó que el pasado como cárcel y juzgados del edificio del museo también había resultado inspirador de la idea. "Al principio pensé que iba a ser complicado porque esto nunca había ocurrido aquí, pero después todo fue muy fácil y tuvimos mucha receptividad", afirmó Martínez Antelo. Esta Cesión do espazo expositivo para o anuncio e mostra de decomisos, epílogo de otra muestra del trabajo de Sierra presente en la institución cultural, va a permitir a la comisaría utilizar, hasta mayo de 2010, el salón de actos del Marco para mostrar objetos intervenidos. La elección de los elementos, al igual que la escenografía, es asunto suyo.

Ayer, ante la prensa, el policía Alejandro de Miguel, instructor de táctica policial y responsable del área de armamento y tiro, se fue parando en las ocho mesas que ocupa el arsenal para explicar algunas características de las incautaciones: armas largas y cortas, todas ellas simuladas, así como gases y bengalas. Algunas, como las réplicas de fusiles de asalto, rifles y pistolas, se encuentran en armerías y su tenencia requiere un permiso especial; para disponer de un arco deportivo que dispara flechas a 280 metros por segundo también hay que tener licencia. Los más curiosos son los que modela la artesanía casera, como un puño americano resultante de fundir cuatro arandelas de acero sobre tres ejes del mismo material: "Hay gente que pierde el tiempo haciendo estas cosas". "¿Veis este bolígrafo? Parece de oro. Yo les digo a los alumnos que es el bolígrafo de firmar los créditos", bromeó mientras descubría el cortante filo que el dispositivo guardaba en su interior.

Las observaciones del agente acerca de la finalidad de los utensilios que la policía encuentra haciendo su trabajo inducen una lectura sociológica: "Todo depende del contexto. Una espada para cortar la tarta nupcial puede ser una pieza decorativa, pero mal utilizada puede hacer mucho daño". En su origen, rompecabezas, catanas, bastones, puñales e incluso un pico de un pez espada tallado a mano, son objetos ornamentales. Y no fueron, precisamente, las apreciaciones sobre la elegancia de sus propietarios las que los pusieron encima de estas mesas, sino "la historia policial que les acompaña", aclaró De Miguel.

"Estamos encantados de dar a conocer nuestro trabajo", afirmó el comisario José Dositeo Gallego, jefe de la Brigada Local de Seguridad Ciudadana de Vigo, "porque la policía tiene que estar en el momento actual". El comisario explicó que ninguno de esos objetos habían sido utilizados para la comisión de delitos, sino que fueron intervenidos "como medida de prevención en virtud de nuestro mandato constitucional de proteger la seguridad y la libertad". En 2008, la policía nacional en Vigo incautó 463 armas y objetos contundentes, mientras que el año anterior la cifra de este tipo de decomisos fue algo menor, 448. "Esto que están viendo no quiere decir que la ciudad sea agresiva o violenta, ya que a veces estas cosas se tienen inocentemente", puntualizó Gallego.

El director del Marco, Iñaki Martínez Antelo, junto al agente Alejandro de Miguel, que ayer presentó las armas.
El director del Marco, Iñaki Martínez Antelo, junto al agente Alejandro de Miguel, que ayer presentó las armas.LALO R. VILLAR

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