Música optimista contra la crisis
Aterciopelados triunfan con una propuesta vitalista y de inspiración ecológica
Existe una canción en Río, el último disco de Aterciopelados, que no sólo es melodía; más parece una provocación en toda regla. Crecen las colas en las oficinas de empleo, el Fondo Monetario Internacional se desangra y en ésas el dúo colombiano se desmarca con Ataque de risa, eclosión de buenas vibraciones tan descarada que alguno la encontrará hasta obscena. "Son las cosas de tener hijos. Si te embarcas en una aventura así, precisas mantener el optimismo", razona la cantante, Andrea Echeverri, de 43 años, que luce una camiseta estampada en la que un gigantesco corazón ocupa toda la pechera.
No es mera retórica. Apenas comienza la conversación, el llanto desgarrado de un bebé resuena en la recepción del hotel y Echeverri se incorpora del sofá como una espoleta. El resto de la charla discurrirá con la flamante madre amamantando al pequeño Jacinto, de siete meses. En estos casos hay que establecer prioridades. "No hay pudor que valga. Para nosotras, las mujeres, todo es dramático y sentimental".
La biodiversidad y el derecho al agua son los ejes de su último álbum
Amnistía Internacional ha elegido un tema suyo como himno
El grupo de Andrea y el bajista Héctor Buitrago triunfó en la última edición del Womad de Cáceres, que se clausuró ayer, con inyecciones de moral, vitalidad y ecología. Las sonrisas más radiantes provenían de la comunidad latinoamericana, en primera fila de la plaza Mayor. Porque Echeverri y Buitrago no sólo conocen sus orígenes, sino que los reivindican con orgullo. "Cuando comenzamos, hace 18 años, casi había que pedir perdón por dedicarse al rock con raíces", explica Héctor, también de 43 años. "Ahora, en cambio, nos vemos inmersos en un ciclo cheverísimo. Chavales veinteañeros de ciudad recorren festivales de pueblo para buscar maestros de gaita o marimba, para salvar el folclor. Sus nuevos ídolos son los viejos de aldea".
Río ya es el noveno disco del dúo, pero su contenido alegre y corajudo está sirviendo como revulsivo entre las audiencias hispanas. Acaban de recorrer con éxito 18 ciudades estadounidenses, Amnistía Internacional ha escogido su tema Canción protesta como himno del sexagésimo aniversario de la Declaración de los Derechos Humanos, y esta misma semana se les espera en la sala Heineken de Madrid y en la Bikini barcelonesa. "No podemos pretender que nuestras canciones tumben el capitalismo de un día a otro, pero si ayudan a que alguien sienta el impulso de pintar o hacer poesía ya nos sentiremos muy satisfechos", resume Buitrago.
La preservación de los recursos naturales, la biodiversidad o la defensa del agua como derecho fundamental constituyen los principales ejes en el argumentario de Río. "El secreto consiste en hacer canciones bonitas que cuenten historias importantes y dejen margen a la esperanza. No podemos escribir sobre chicas que menean la cintura y pendejadas de ese tipo. Ni somos políticos ni pretendemos soltar ninguna monserga, pero un poco de ecología viene bien", resume Andrea. Su cómplice musical asiente: "Con los cambios que sacuden el planeta no debes aferrarte a los clichés vigentes en el rock desde hace 30 años".
"Nuestro sentido de la responsabilidad se remonta al disco Gozo poderoso", recapitula Echeverri, ya con Jacinto más sosegado. "Ahí comprendimos para siempre que ser músico no significa tener limusina o caminar sobre el tapete rojo, sino aportar tu forma de ver la vida". De aquélla experimentaron incluso con plantas alucinógenas de la Amazonia indígena, "unas bebidas de sabor superfeo con las que vomitas, cagas y te sientes morir, pero que te purgan para siempre".
El compromiso esperanzado es desde entonces una seña de identidad irrenunciable, y mucho más en estos tiempos convulsos. Por eso, Buitrago tiene claro qué es "lo más chévere" que le ha sucedido en estas casi dos décadas de la banda. "Varias personas nos confesaron ya que el tema Luz azul les ayudó a vencer la depresión, y ahí de pronto todo cobra sentido. Buscamos una música alegre, sanadora y que haga compañía".
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