Industria obligará a las eléctricas a usar 22 fórmulas para facturar la luz

Lo que rodea al recibo de la luz es siempre delicado y, a menudo, polémico. El ministro de Industria, Miguel Sebastián, lo comprobó a principios de año, cuando implantó el nuevo sistema de facturación mensual, que ahora se va a regir por una nueva resolución de la Dirección de Política Energética a punto de ser publicada. La nueva norma -10 folios- recoge hasta 22 fórmulas matemáticas que tendrán que tener en cuenta las empresas del sector para calcular tarifas, recargos, bonificaciones, etcétera.

A principios de año, sin directrices claras, las eléctricas aplicaron los criterios que creyeron oportunos para estimar los consumos de los hogares en los meses en los que no se efectuaba la lectura real del contador de más de 20 millones de usuarios. Y se desató el escándalo.

Para responder a las acusaciones de que a principios de año se puso el carro por delante de los bueyes, Industria ha elaborado una nueva norma. Afectará a la lectura de los contadores de aquellos usuarios con una potencia contratada inferior a los 10 kilovatios -la mayor parte de los hogares- y tiene dos aspectos destacados. Uno, que en los meses en que no haya lectura real de contador, el recibo tendrá que recoger ese hecho y dos, que las empresas tendrán un mes para adaptar sus procedimientos a las nuevas directrices.

En concreto, y sobre el primer aspecto, la resolución recoge que "deberá figurar en el recibo en carácter de estimados de los consumos que se facturen, aclarando que los pagos a que den lugar se considerarán pagos a cuenta objeto de regularización en la primera facturación que se realice con lectura real".

Co n la nueva resolución, Industria espera acabar de una vez para siempre con la polémica que rodeó la facturación mensual de la luz. La medida fue pensada, según Industria, para facilitar el control del consumo. Pero, según las organizaciones de consumidores, el paso de la facturación bimensual a mensual se realizó para disimular subidas de la luz muy superiores a la media anunciada en enero (3,5% para la mayoría de los hogares).

La polémica fue tan intensa que la Comisión Nacional de la Energía (CNE) anunció la apertura de una investigación y varias comunidades autónomas (Andalucía, Extremadura, Baleares, Madrid y Comunidad Valenciana) tomaron también cartas en el asunto.

Tres meses después de desatada la tormenta, las empresas sostienen que los errores por aplicar lecturas de contador sobre estimaciones de consumo fueron mínimos. Iberdrola por ejemplo, afirma que de nueve millones de clientes, menos de 300.000 tuvieron regularizaciones en la facturación: la mitad por haber pagado entre 50 céntimos y un euro de más y la otra mitad por haber pagado de menos.

De igual forma, en Endesa se resta importancia a la polémica que se desató a principios de año. Según un portavoz de la compañía, los errores detectados en la facturación, sobre todo en Andalucía, no superaban de media los 60 céntimos y han sido corregidos.

En cualquier caso, y mientras aún se escuchan las críticas de las organizaciones de consumidores, será difícil que vuelva a repetirse la situación que se dio en enero, donde confluyeron un ministro animoso, un cambio en el sistema de facturación, una revisión de tarifas, un sistema de recargo (0,0283 céntimos a partir de los 500 kilovatios-hora al mes) y una absoluta falta de campañas de información.