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Reportaje:

Trasnoche cultural entre chaparrones

La ciudad se vuelca en las actividades de la Noche en Blanco de Málaga

Con un ojo en el cielo y otro en el programa de mano. Alrededor de las 20.30 del sábado ésta era la estampa que se veía por las principales calles del centro histórico de Málaga, que acogía la celebración de la segunda Noche en Blanco, una iniciativa que acerca al público a diferentes manifestaciones culturales de forma gratuita y un tanto avasalladora. Como el pasado año, la lluvia adquirió un protagonismo no deseado. Los chaparrones caídos al mediodía dieron cierta tregua por la tarde, si bien entrada la noche forzaron a suspender algunas de las 81 actividades programadas, entre ellas el esperado concierto de la cantautora Lourdes Hernández y su grupo, más conocida como Russian Red. La actuación de la última musa del undergrond se limitó a dos canciones, para desesperación de las miles de personas que se arremolinaban en torno a la medianoche en los Jardines de Pedro Luis Alonso.

Hubo grandes colas para realizar visitas a la Alcazaba o al teatro Echegaray

La lluvia arreció desde entonces, pero antes hubo tiempo de sobra para entregarse de lleno a este festín cultural. A tenor de las interminables colas que se formaron para realizar la visita guiada a una iluminada Alcazaba, al Museo Picasso o el recién remodelado teatro Echegaray, entre otros, es posible que esta segunda edición de trasnoche cultural supere los 30.000 visitantes que congregó en 2008.

Mientras algunos tiraban de paciencia por las dos horas que había que esperar para visitar La Alcazaba, otros preferían picotear de plaza en plaza. La oferta era tan variada que seguro había alguna actividad en la que centrar la atención durante un rato. Por el gentío y por las caras de asombro que se veían entre el público, una de las más exitosas fue la que se celebró en una concurrida plaza de las Flores, donde la gente disfrutó como niños de la nueva corriente urbana que fusiona graffiti y fotografía para obtener imágenes de luz. Muy cerca, en la calle La Bolsa, dos artistas malagueños, José Luis Repullo y Andrés Mérida, realizaron ante el público una perfomance en la que mezclaban varias artes, como la pintura, la escultura y la música. Repullo esculpió la figura de un toro en la calle La Bolsa y Mérida lo adornó con dibujos azules para completar un original trabajo que también se vio afectado por la amenazante lluvia. Algo que no pareció afectar en demasía a los más jóvenes, eclipsados por el juego de pinball gigante proyectado sobre la fachada de un edificio de la plaza de la Constitución.

Sobre las 22.30, camino del paseo del Parque, la riada humana se bifurcaba. Muchas personas optaban por aguardar turno ante la puerta del Rectorado, donde se exhibe la muestra Malaqua, entre Malaca y Málaga, que repasa los ocho siglos de historia en que la ciudad formó parte de Al-Ándalus, desde el año 714 a 1487. Al tiempo, cientos de personas se aprestaban a buscar un hueco enfrente, en el auditorio Eduardo Ocón, donde el grupo malagueño Efecto Mariposa ofrecía la presentación de su último trabajo, 40:04. No defraudaron. Su vocalista, Susana Alva, se ganó a las cerca de 3.000 personas que, según fuentes municipales, acudieron a esta cita musical, que compartió éxito con las otras actuaciones que grupos como Minority, El País Musicano o Santos de Goma dieron en diversas plazas del centro.

Un trasnoche alrededor de la cultura que bien merecía la falta de sueño de ayer domingo por la mañana.

Un momento de la Noche en Blanco de Málaga.
Un momento de la Noche en Blanco de Málaga.GARCÍA-SANTOS

Picasso y el futurismo

No sólo el arte sacado a la calle obtuvo una cálida respuesta del público. Aquel que cuelga de las paredes de galerías y museos también acaparó su cuota de visitantes. Si a las puertas del Centro de Arte Contemporáneo la gente no disimulaba su extrañeza ante la instalación Atlantis, de la artista finlandesa Tea Mäkipää, consistente en una casa de madera de pino que flota en la desembocadura del río Guadalmedina y que invita a reflexionar sobre la deriva de Occidente, dentro los visitantes deambulaban por las enormes salas blancas rodeados de muestras del arte abstracto, conceptual o del pop-art.

Cerca, en el Archivo Municipal, la exposición Futurismo y cuenta nueva. Cien años después también atraía a un público diverso. Se trata de la primera muestra que se realiza en España con motivo del centenario de este movimiento artístico.

También la oferta museística de la plaza de la Merced tuvo su tirón y cientos de personas se arremolinaban en torno a la casa natal de Picasso, donde se exhibía la colección permanente de la Fundación Picasso.

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