La F-1 se iguala en Montmeló

El Circuito de Catalunya apareció ayer soleado y con un aspecto tranquilo. Había movimiento en el paddock, pero mucho menos del habitual en la carrera barcelonesa. "Sí, ahora está tranquilo, pero espera al final de semana", comentó un relajado Fernando Alonso. No hubo que esperar tanto. Por la tarde, en la sesión de firma de autógrafos obligatoria para los pilotos, el asturiano se vio tan agobiado por los fotógrafos y las cámaras de televisión que acabó estallando. Faltó un dispositivo especial que facilitara el acceso del asturiano al público. Y fue el primer motivo de tensión para el doble campeón mundial en el Gran Premio de España que el domingo se disputará en el circuito de Montmeló.

"Al final estaremos todos más o menos en el mismo lugar", comenta Alonso

En los próximos días pueden aparecer más. Especialmente cuando los motores comiencen a rugir. Todos los equipos llegan a Barcelona con los deberes hechos. Renault anuncia que también. Sin embargo, el suyo no va a suponer un cambio tan radical del coche como el de Ferrari, o uno tan sustancial como el que tiene previsto BMW. "Hay novedades, sin duda", asegura Pat Symonds, jefe de ingeniería de Renault. "Dispondremos de unos nuevos deflectores que nos concederán una mejora aerodinámica. Hemos modificado el alerón trasero y colocaremos una nueva versión del difusor, que iremos ajustando en las próximas carreras. Y esperamos que todo ellos nos permita acercarnos a los mejores".

Fernando Alonso también lo cree. "Sí. Puede que ganemos dos o tres décimas por vuelta. Sin embargo, los demás equipos también las ganarán", asegura el español. "Y al final volveremos a estar todos más o menos en el mismo lugar". Las grandes escuderías aseguraron al principio de la temporada que preparaban sus evoluciones más notables para la primera carrera europea, o sea la de España. Y así es. En Montmeló debería restablecerse una igualdad rota por completo por culpa de las distintas interpretaciones reglamentarias de los dobles difusores. Eso, al menos, es lo que se sigue anunciando.

Y en algunos casos puede que sea verdad. Los ingenieros de Ferrari se llevarían una buena decepción si no consiguieran luchar por la victoria en Montmeló. En estos últimos meses han estado trabajando en el doble difusor, lo cual les ha obligado a realizar un nuevo diseño de toda la parte posterior del coche. "Al margen de introducir el doble difusor, se ha modificado toda la parte de los pontones, la cobertura del motor y el alerón trasero y delantero", explica una fuente del equipo. "Nunca habíamos planteado un cambio tan radical del coche", señala el propio Stefano Domenicali, director de la escudería. En términos de tiempo, estas mejoras podrían aportar unas siete décimas por vuelta, ¡un mundo!, que se han visto algo reducidas por la necesidad de abrir algunas tomas de aire para refrigerar el motor como consecuencia del estrechamiento de la carrocería.

Mientras, McLaren plantea nuevas evoluciones de su doble difusor y un alerón delantero nuevo que puede darles dos décimas. Toyota, por su parte, utiliza ya un triple difusor, que lo incorporó en China. Pero toda la igualdad que podría proporcionar el nuevo panorama técnico y el trabajo de las escuderías más potentes, puede quedar anulada si Brawn GP ha acertado en su primera evolución y realmente gana las tres o cuatro décimas que cree. En Barcelona, hasta que rujan los motores, persistirán las incógnitas. Y Alonso no sabrá con exactitud si puede o no aspirar al podio.