El BNG se enfrenta a su asamblea más abierta

El próximo 10 de mayo, 2.500 militantes del Bloque Nacionalista Galego elegirán un nuevo portavoz nacional. Pero no será la cara que sustituya a Anxo Quintana lo único que los nacionalistas se jueguen en su asamblea más abierta. El modelo de organización, su ubicación en el eje izquierda-derecha o la relación con los movimientos sociales que, en los años 90, sirvieron de base al fulgurante ascenso del frente, también se someterán a debate. El riesgo de disgregación parece, por el momento, superado.

El agitado período preasambleario se resolvió hace dos semanas con la victoria de las listas promovidas por la UPG en los cónclaves comarcales. Los más de 5.000 militantes que participaron en el proceso apoyaron a Guillerme Vázquez, cabeza de Alternativa pola Unidade (ApU), en porcentaje cercano al 46%. "Queremos que de la asamblea salga un un BNG unido, sin exclusiones", apunta Vázquez, "pero serán los delegados quienes lo decidan".

Carlos Aymerich: "Se decidirá entre dos maneras de concebir el BNG"

Los irmandiños admiten algunas coincidencias con UPG

Un maridaje de UPG y el ex vicepresidente de la Xunta Anxo Quintana gobernó, de facto, el Bloque durante los últimos cuatro años. A una semana de la Asemblea Nacional, las relaciones entre los denominados quintanistas -MáisBNG, 34%- y la candidatura promovida por el partido de Francisco Rodríguez se han enfriado. Carlos Aymerich lo confirma implícitamente: "En la asamblea se van a debatir dos líneas de concebir la organización y el proyecto político del BNG; los delegados decidirán". De hecho, Máis BNG confirmó ayer que no promoverá ningún pacto hasta que se pronuncien los militantes en la asamblea. Poco después, UPG replicó defendiendo una dirección con presencia de todos los sectores.

Frente al proyecto post-quintanista, que evita la palabra izquierda e insiste en la "vocación mayoritaria" del BNG, "la organización de masas de todos los gallegos", Aymerich sitúa a las otras dos listas que concurrieron en las comarcas, ApU y Listas Abertas, que agrupó a la mayoría de críticos de la formación. Desde las filas de UPG se habla de más nacionalismo y más izquierda, al tiempo que se defiende la estructura de frente de partidos que ha sostenido al Bloque desde su fundación en 1982. Y ése es el campo común de la U y los críticos visibilizados en la figura de Xosé Manuel Beiras.

"Máis BNG defiende un modelo de organización que desdibuje el frentismo", explica Xosé Constenla, de la formación impulsora de Listas Abertas, Encontro Irmandiño, "y nosotros queremos regenerarlo para una organización nacionalista de izquierdas; ahí coincidimos con sectores de la UPG". Para los irmandiños, y así lo ha defendido Beiras, que el BNG funcione como alianza de partidos no es un resto de los años 70, sino la adecuación a los parámetros actuales de la izquierda transformadora mundial: el polo abierto, el frente amplio.

Pero las coincidencias no se extienden más allá. Encontro Irmandiño, que a través de los militantes sumados a Listas Abertas alcanzó un 16% de delegados, procura la reformulación "de las pautas de comportamiento interno". Constenla habla de recuperar "el compañerismo político, el valor de la fraternidad y, por supuesto, el asamblearismo". Y calmar unas tensiones intestinas que "llegaron a puntos insoportables". Para el 10 de mayo, los beiristas han decidido presentar una lista propia en la que no comparecen algunos puntales de Listas Abertas: ni Camilo Nogueira ni Esquerda Nacionalista.

En cómo se definan los que integraron las candidaturas comarcales críticas probablemente resida la clave de los acuerdos asamblearios. Mientras EN se inclina hacia Aymerich, los de Beiras se han aproximado a los de Guillerme Vázquez. Nogueira, que lamenta la ausencia de una opción listas abertas, no se muestra optimista. "Desde el fracaso electoral, todas las decisiones las han tomado conjuntamente quintanistas y UPG, ¿por qué no lo van a hacer ahora?", se pregunta.