"No podemos renunciar a lo que hemos sido"

A mayor presión, mayor capacidad para asumir los riesgos. Pep Guardiola, técnico del Barça, nunca se esconde. Menos aún cuando su equipo se mide al Madrid, que está cuatro puntos por debajo y con el garfio preparado.

La penúltima vez que Guardiola se mostró tan decidido fue al inicio de marzo, cuando el equipo encadenó de corrido tres empates (Betis, Lyon y Mallorca) y dos derrotas (Espanyol y Atlético). "Me siento fuerte y optimista", aseguró. El Barça respondió con nueve victorias seguidas y un empate europeo sin relevancia ante el Bayern. Las dos postreras tablas, ante el Valencia (2-2) y el Chelsea (0-0), han apretado la Liga y comprometido su pase para la final de la Champions. "¿Queremos ser campeones o no?", arengó a los suyos; "es el momento de dar el paso y sólo pido que salgamos con la cabeza alta porque estos partidos dignifican la profesión".

Guardiola entiende el fútbol desde su vertiente ofensiva, por más que los rivales se cierren, contragolpeen o reclamen la pelota. "No podemos renunciar a lo que hemos sido durante el año. Quiero que cuando volvamos del Bernabéu, hayamos sido nosotros". También habló Joan Laporta, presidente azulgrana: "El partido es importante para el Barça y vital para el Madrid, que tiene la presión". Guardiola replicó: "La presión la quiero yo. Es absolutamente nuestra y la quiero yo. Y sí pasa algo si perdemos, sí. Es una final y las finales se juegan con ambición".

Guardiola, que elogió la rápida transición defensa-ataque del rival, escudriñó el clásico. "Intuyo que ellos apretarán arriba para calentar y romper el partido", resolvió; "pero nosotros vamos sin especular". Y remató: "Estamos a tres puntos de lograr la máxima puntuación de la Liga y puede que no seamos campeones. Pero si vencemos en el Bernabéu, la tendremos bastante ganada".