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Reportaje:Décimo entrenador destituido en Primera

"Debí haber hecho limpieza"

Víctor le perdió su convulsa relación con la plantilla azulona

José Marcos

Los jugadores del Getafe asimilaron la destitución de Víctor Muñoz con "normalidad", "alivio" y cierta "indiferencia". Licht, Díaz y Celestini se mostraron más preocupados de saciar sus estómagos tras el entrenamiento, con frutos secos, que del futuro de su ex técnico. "Yo estoy acostumbrado a jugar el balón al piso, no a verlo volar por los aires", proclamó hace meses el suizo. Su exceso de sinceridad le relegó a lo más profundo del banquillo. "Con el permiso de Cotelo, castigado desde que dijo en la primera jornada que el Getafe jugaría peor con Víctor que con Quique, Schuster y Laudrup", matizan en el club. El caso del asturiano, de 34 años, es el más extremo. Víctor no le utilizó ni un minuto. Tampoco a Belenguer hasta que las lesiones no le dieron otra opción. El capitán incluso se planteó una aventura en la Liga de Estados Unidos como solución.

El técnico, al irse: "El Getafe se salvará pese a los cuatro gilipollas del vestuario"
"Tuvieron que echarle antes. No contó con la mitad de nosotros", replican los jugadores

Víctor negó la evidencia: "¿Qué ventaja sacaría yo teniendo castigados a los veteranos? Al contrario... Intento alinear a los mejores. Hago el equipo más competitivo posible. Lo más sencillo es sacar a los veteranos. ¡Cotelo puede jugar en cualquier momento!".

La fricción con el núcleo más experimentado del Getafe alejó paulatinamente a Víctor de la plantilla. Sin su apoyo, perdida la autoridad por sus planteamientos ultradefensivos, las peleas se hicieron cotidianas en las sesiones preparatorias: Guerrón y Contra tuvieron sus rifirrafes con Cotelo y Celestini... El rumano hasta cuestionó algunas de las órdenes del cuerpo técnico. El momento culminante llegó días atrás, frente al Madrid, cuando en el descanso le comunicaron que le sustituiría Granero.

Pero Víctor restó trascendencia a su progresiva pérdida de disciplina. "Soy frío cuando las cosas están mal y la gente está alborotada y también sé dar un impulso a la gente cuando hace falta. Cuando me caigo, me levanto enseguida", decía.

"Que diga lo que quiera. Deberían haberle echado antes. Esto se veía venir desde octubre y nadie puso los puntos sobre las íes. Ha gestionado de pena los recursos de un club humilde, en el que todos tienen que sumar. No ha contado con la mitad de nosotros y ha pasado lo que tenía que pasar", resumen en la caseta, donde las últimas palabras de Víctor sentaron como un mazazo. "El Getafe se va a salvar pese a los cuatro gilipollas del vestuario y a la falta de personalidad de los demás. Si les hubiera conocido antes... Tenía que haber hecho limpieza", se despidió. "¡Pero qué dice! ¡Si a principios de agosto ya se conocían todos los fichajes!", le echan en cara.

Mientras tanto, otras voces del Getafe, más críticas con los futbolistas, recalcan los problemas de "nuevo rico" que han desestabilizado al equipo. "Se han aceptado unos salarios que no se corresponden con la historia del club", cuenta un empleado. Los sueldos de Kepa y Uche (un millón de euros) o de Soldado (1,8) son algunos ejemplos.

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Sobre la firma

José Marcos
Redactor de Nacional desde 2015, especializado en PSOE y Gobierno. Previamente informó del Gobierno regional y casos de corrupción en Madrid, tras ocho años en Deportes. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster de Periodismo de EL PAÍS. Trabajó en Starmedia, Onda Imefe y el semanario La Clave.

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