"No tenemos dudas"

El Barça afronta ante el Chelsea su quinta semifinal de la Copa de Europa en la última década. Carles Puyol (La Pobla, Lleida; 1978), capitán del equipo, ha disputado las cuatro eliminatorias anteriores y se dispone a jugar la próxima, que coincide con su partido internacional número 100, contra el actual subcampeón. El zaguero analiza los últimos duelos de semifinales y la eliminatoria actual.

- 2000. Valencia-Barça: "En Mestalla, uno de mis peores partidos": Mestalla: 4-1. Camp Nou: 1-2. "En Valencia jugué uno de los peores partidos de mi vida. Me cambiaron en el descanso [por Bogarde]. Poco antes había cometido un penalti tonto sobre Angulo: me buscó tras perder la pelota y metí la pata. No jugué la vuelta. Eran tiempos de aprendizaje para mí y tuve suerte del apoyo de Van Gaal. Hay equipos que te tienen tomada la medida y, por más vueltas que des al partido, no le encuentras remedio. Aquel Valencia era muy fuerte, físico, trabajado, y sabía cómo ganarnos: dominaba las áreas y la contra. Jugamos en Mestalla con un 3-4-3 y tampoco dio resultado. Figo, además, estaba sancionado y lesionado". Cúper y Piojo López fueron una maldición para Van Gaal y el Barça, un equipo científico y falto de profundidad, equilibrio y malicia. Los errores individuales subrayaron su inferioridad ante un rival en el que Gerard mezclaba con Farinós, Mendieta y Kily.

- 2002. Barça-Madrid: "Un gol soberbio de Raúl". Camp Nou: 0-2. Bernabéu: 1-1. El Madrid no ganaba en el Camp Nou desde la temporada 1983-84 y aquel día, festividad de Sant Jordi, impuso su pegada. "No jugué por sanción. Marcaron Zidane y, muy al final, McManaman. Decidieron los detalles y la diferencia de ánimo. El Madrid rebosaba confianza mientras que corrían tiempos difíciles en el Camp Nou. Más dolorosa fue la vuelta porque tuvimos opciones y nos faltó un punto de suerte. Raúl nos eliminó con un gol soberbio: un remate con la zurda, muy violento, desde fuera del área. César, el portero, estuvo muy bien. Puede que nos pudiera la prisa en el Camp Nou y nos faltara fortuna en Madrid porque peleamos mucho con Luis Enrique a la cabeza. Rexach, entonces entrenador, decía que hay veces en que parece que la afición sopla para que la pelota entre y en otras lo hace para que no pase la raya de gol".

- 2006. Milan-Barça: "Energía positiva". San Siro: 0-1. Camp Nou: 0-0. "Fue una ronda estupenda y que me trae los mejores recuerdos porque acabamos ganando la Copa de Europa. Jugamos de manera muy seria en Milán: concentración, las mínimas concesiones y finos en el remate. Nos valió un golazo con la zurda de Giuly, que fue titular, después de un cambio de orientación-asistencia de Ronaldinho. El francés pilló la espalda a los centrales [Kaladze y Nesta] y cruzó una volea sensacional. Luego, en la vuelta, empatamos a cero en una actuación parecida por tensa, exigente física y psicológicamente, de palabras mayores. Las eliminatorias contra el Milan me gustan porque curten y cunden y, además, ya se sabe que me gustan los rossoneri y especialmente su organización colectiva y sincronización en la defensa. Te haces mejor jugador. Tienes que reparar en cualquier movimiento y no perder la concentración. Únicamente hubo un momento de incertidumbre en nuestro estadio, a la salida de una falta que Shevchenko cabeceó a la red. Sheva me tocó, me dio un pequeño empujón, una acción de veterano, cuando salía la bola, y no pude cabecear. El árbitro [Markus Merk] y se supone que también el linier se dieron cuenta y pitó antes de que el ucranio rematara. No fue fácil colectiva ni individualmente porque yo estaba a una tarjeta de la suspensión y me habría perdido la final de ser amonestado. Teníamos muy buen equipo, jugábamos a un nivel muy alto, andábamos con ventaja en la Liga. Toda la energía era positiva".

- 2008. Barça-Manchester United: "El problema es que no marcábamos". Camp Nou: 0-0. Old Trafford: 0-1. "No jugué el partido del Camp Nou, marcado por el penalti que Cristiano Ronaldo falló a los dos minutos. Influyó mucho en el juego. Nos dimos cuenta de que podíamos optar a la final pese a las limitaciones por las bajas [sobre todo, la de Ronaldinho] y la aparente superioridad del Manchester. No quiero decir que su clasificación no fuera justa, sino que estuvimos a buen nivel competitivo. Nuestro problema es que no marcábamos goles [llevaban cuatro partidos a cero] y a ellos les alcanzó con un disparo colosal de Scholes. El clima barcelonista no era el mejor para un reto tan trascendente y a citas como éstas hay que llegar en las mejores condiciones. Ahora creo que tanto el Chelsea como el Barça acudimos en un buen momento. Aunque el Chelsea es fuerte física y tácticamente y está picado por perder la final de 2008 en los penaltis contra el Manchester, nosotros también confiamos en nuestras posibilidades. No tenemos dudas".