A la carga

A la carga. Pep Guardiola toca de nuevo la corneta y anuncia que sus futbolistas irán hoy a por el Chelsea: "En las situaciones forzadas hay que ir al límite y ser valientes. No concebimos el fútbol de otra manera, incluso sabiendo que nuestro rival es especialmente fuerte, imbatible en situaciones de ida y vuelta. Me ha impresionado cuando le he visto".

Al Barcelona le conviene más que nunca dominar el partido desde el juego posicional, la presión y la velocidad del balón. Necesita abrir el campo, activar la línea de pase y evitar concesiones defensivas como las de Valencia. Las jugadas de estrategia y el contragolpe son precisamente los puntos fuertes de un equipo maduro y competitivo como el Chelsea.

Poderoso físicamente, el equipo inglés penaliza las pérdidas del balón y las desatenciones del contrario con especial contundencia. A veces le alcanza con una falta o un córner. Aunque es más versátil de lo que parece, resulta inalcanzable en el cuerpo a cuerpo y su fútbol vertical y aéreo exige atención permanente. Cech, Terry, Essien y Drogba marcan su línea de vida de la misma manera que Márquez, Iniesta, Xavi y Messi son capitales para que el juego azulgrana sea fluido, rápido y muy difícil de anular.

"No vamos a quedarnos en nuestra área para aguardar la tempestad", anuncia Guus Hiddink, experto en torneos cortos y diligente a la hora de descifrar el juego del rival. Al técnico holandés del Chelsea le ocupan dos cuestiones: el marcaje a Messi, sobre todo por la ausencia por sanción de Ashley Cole -jugará posiblemente Bosingwa-, y evitar que mezclen Xavi e Iniesta. "Los partidos no se ganan cuando se preparan", aclara; "la realidad siempre resulta sorprendente". La estadística asegura que el Chelsea suma 12 victorias, tres empates y una única derrota, ante el Tottenham, desde la llegada al banquillo del también seleccionador ruso.

De alguna manera, el partido remite de nuevo al clásico de la bella contra la bestia, un contencioso que en el caso del Barcelona y el Chelsea ha deparado resultados distintos: los azulgrana han ganado dos eliminatorias por una los blues. El factor campo puede resultar decisivo. "El pase a la final se decidirá en Stamford Bridge", admitió ayer Xavi. El Barça aspira a que el Camp Nou resulte hoy tan intimidador para el Chelsea como lo fue para el Bayern.

Al equipo le conviene el calor de su hinchada para recuperar la concentración defensiva y la finura ofensiva que no tuvo en Mestalla. El Barça no quiere poner el retrovisor. A la carga, grita Guardiola, dispuesto a afrontar una serie decisiva de partidos sin reparar prácticamente en la competición: Chelsea, Madrid, Villarreal, Athletic. Prohibido tener vértigo.