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OPINIÓN
Columna
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¿Llueve menos?

Las perspectivas económicas mundiales del Fondo Monetario Internacional (FMI), hechas públicas días atrás, habrán enfriado los ánimos de quienes entienden que cuando se hable de la crisis económica habrá que mirar hacia atrás, que lo peor ya ha pasado y que se ha tocado suelo. Lo que ha certificado el FMI es que este año la economía mundial decrecerá un 1,3% (el penúltimo pronóstico, de hace apenas dos meses, decía que sería un -0,5%, y el antepenúltimo, de noviembre, que habría crecimiento).

En la cartografía del FMI hay tres países que causan estupor por el nivel del derrumbe de sus economías: Alemania, un -5,6% (lo que tendrá un enorme efecto sobre las exportaciones españolas); Japón, un -6,2%, y sobre todo Rusia, que retrocederá un 6% cuando sólo un año antes creció a una tasa del 5,6%. Los analistas empiezan a girar su atención, con mucha preocupación, hacia Rusia debido a los riesgos geopolíticos (por ejemplo, en aprovisionamiento de materias primas energéticas como el gas y el petróleo) que conlleva la gran recesión en una democracia no asentada tan gigantesca.

Los optimistas dicen que no hay síntomas de recuperación, pero que ha disminuido la velocidad de la crisis

Cuando algunos expertos vislumbran que la coyuntura mundial está un poco mejor quieren decir dos cosas: que no se observan signos de recuperación económica, y que parece haberse ralentizado la velocidad con la que se deteriora la economía. La consultora internacional AT Kearney, que publica cada cuatro meses un análisis sobre las expectativas económicas internacionales realizado sobre directivos de empresas (no se conoce la muestra y, por tanto, hay que darle un valor indicativo), aporta la siguiente tendencia: en una escala comprendida entre -100 (la catástrofe) y +100 (la felicidad), en el tercer trimestre de 2008 el mundo estaba en -23; en el cuarto trimestre, en -52, y en el primer trimestre del año en curso, en -14. Es decir, llueve menos, aunque los entrevistados siguen diciendo que "la preocupación respecto a la salud financiera de las compañías ha crecido considerablemente en todos los mercados y sectores". Los entrevistados son muy conscientes de los efectos que esta situación acarrea en el consumo, y por tanto en el negocio y en el crecimiento. Además, las perspectivas de crecimiento son limitadas y no dan signos de mejora.

La intervención de Rodríguez Zapatero en el Congreso, en el grado menos negativo de la crisis y viéndole salida en el tiempo, pertenece al conjunto de opiniones de la botella medio llena, como la de Bob Traa, el economista del FMI para nuestro país, que declara que "lo peor para España ocurre justo ahora, desde finales de 2008 hasta junio". Es urgente que el Gobierno, además de incorporar nuevos estímulos a la economía española, elabore una auditoría sobre cómo han funcionado las más de 80 medidas tomadas en el último año para paliar los efectos de la crisis, elimine las más ineficaces y multiplique las que han comenzado a dar resultados.

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